Gigabyte ha presentado, bajo su propia marca (y no Aorus como viene siendo habitual en los últimos tiempos), la que según ellos es la GeForce GTX 1080 más pequeña del mercado. La Gigabyte GTX 1080 Mini mide tan solo 169 mm de largo, bastante menos que la versión de Zotac que mide 211 mm, y mantiene toda la potencia de ésta GPU de NVIDIA.
Desde un tiempo para acá es bastante habitual que los ensambladores de tarjetas gráficas lancen modelos personalizados considerados “mini”, o directamente con el nombre ITX en su nomenclatura pues están orientados a sistemas con factor de forma pequeño, cada vez más de moda entre los usuarios. Lo que personalmente me parece curioso es que normalmente no lo hacen con los modelos tope de gama como es el caso, sino con el inmediatamente anterior. Así, tenemos una GTX 1080 y no una GTX 1080 Ti mini.
La versión que propone ahora Gigabyte cuenta además con un ligero overclock de fábrica, elevando la velocidad del núcleo a 1607 Mhz de base y 1733 Mhz en modo Boost, con la memoria GDDR5X funcionando a 10 Ghz efectivos. Viene además con un perfil por software que eleva la velocidad un poco más, subiendo el core a 1632 / 1771 Mhz con solo pulsar un botón. La gráfica obtiene la potencia de un único conector PCI-Express de 8 pines, y cuenta con un VRM de 5+2 fases para mayor estabilidad.
Recordemos que el core GP104 que monta ésta gráfica está basado en el nodo a 16 nanómetros de NVIDIA, y cuenta con 2560 CUDA Cores, 160 TMUs, 64 ROPs y 8 GB de memoria gráfica GDDR5X sobre un bus de 256 bits. Como salidas de vídeo la gráfica incorpora tres DisplayPort 1.4, un DVI-DL y un HDMI 2.0. Está refrigerada con un único ventilador de 90 mm y, como decíamos al principio, resulta curioso que Gigabyte la venda bajo su propio nombre y no bajo el de su división Gaming, Aorus.
La compañía no ha desvelado de momento ni precio ni fecha de lanzamiento, pero entendemos que debe rondar los 500 euros.