AMD acaba de hacer públicos sus resultados financieros del segundo cuarto del 2017. En ellos se puede ver un incremento de ingresos del 19% frente al mismo periodo del año pasado. Esto no hace más que apuntalar la excelente respuesta que están teniendo los Ryzen en el mercado. Y vaticina tiempos de bonanza para la firma de rojo.
Creo que, desde el lanzamiento de Ryzen, todos hemos querido echarles un buen ojo a los resultados financieros de AMD. Tras su lanzamiento, el mercado se ha movido muchísimo. Hemos visto a Intel plenamente en modo «disminución de daños» sacando diseños a diestro y siniestro. Y sin estar todo lo refinados que hubieran debido de estar a la hora de lanzarse. O lanzar modelos cuya existencia no tienen, en realidad, mucha razón de ser. Pero la publicación de estos resultados dan una perspectiva mucho más amplia del por qué de las reacciones de Intel
En base al GAAP, los ingresos de AMD han crecido un 19% frente a los mismos de hace un año. Animados, principalmente, por el gran crecimiento del mercado de gráficas y computación. Pero quizás más importante sea que los ingresos operativos han sido de 25 millones de dólares, comparado con las pérdidas de 8 millones de hace un año y las pérdidas operacionales de 29 millones durante el cuarto anterior.
Todavía hay muchas más cosas que sacar del informe de cuentas de AMD
La principal hazaña de AMD este cuarto ha sido aumentar sus ingresos en el segmento de computación frente al mismo periodo del año pasado. Así, este cuarto los ingresos han sido de $659 millones. Ese este dato el que nos hace ver lo increíblemente bien que se están vendiendo, tanto los procesadores Ryzen como las gráficas Polaris. Pero dado que hace un año, las Polaris ya estaban en el mercado, solo puedo creer que gran parte de ese incremento de ingresos se debe en gran medida a las ventas de los procesadores Ryzen.
Pensémoslo ahora con un poquito de frialdad y entenderemos la posición y las acciones de Intel. Para esa compañía, Ryzen ha supuesto un jarro de agua helada en la cabeza. Ha pasado en tres meses de ser la líder indiscutible del rendimiento, a ser una líder a medias. Todas las ventas que han ido a parar a las manos de AMD eran, seguramente en gran medida, de usuarios que o tenían un procesador AMD antiguo. O tenían un procesador Intel antiguo. Esas son ventas que AMD ha conseguido capitalizar gracias a crear un procesador que es capaz de batirse el cobre con lo mejor de Intel. Y saliendo bien parado en la mayoría de circunstancias. Un procesador con bastante visión de futuro. Algo que, precisamente, le ha faltado a Intel en estos años de dominar el mercado.