Los teclados TKL son aquellos que carece de pad numérico en la zona derecha (TKL significa tenkeyless, o literalmente “con diez teclas menos” refiriéndose a éste pad numérico aunque en realidad sean habitualmente 18 teclas), y aunque para muchos usuarios puedan resultar incómodos porque están acostumbrados a utilizar éste, desde que tomé la decisión de comprar uno para probarlo ya no lo cambio por nada. Os cuento mi experiencia y los porqués de la decisión.
Todos estamos acostumbrados desde siempre a los teclados completos. El pad numérico de la zona derecha nos proporciona una manera cómoda de introducir dígitos de manera rápida, e incluso nos proporciona una tecla ENTER adicional. Sin embargo, en mi caso, utilizo el teclado para redactar textos (éste artículo por ejemplo) pero fundamentalmente para jugar. Y es jugando cuando empecé a notar una postura incómodo en los brazos y muñecas, pues el ancho del teclado me obligaba a tener una postura antinatural con los brazos excesivamente separados para que el ratón no choque con el teclado (ya sabéis que la mano izquierda la solemos posicionar en la zona WASD cuando jugamos, que está a la izquierda del todo del teclado).
Éste hecho me hizo lanzarme y adquirir, en este caso, un Corsair K65 Rapidfire RGB, un teclado TKL con interruptores Cherry MX Speed. Hasta ese momento utilizaba un K70 Rapidfire RGB, así que el cambio fue básicamente el ancho del teclado por carecer de esa zona del pad numérico. Y entonces, vi la luz.
Los teclados TKL son “la auténtica salud”
El cambio de teclado no solo mejoró la organización de mi mesa, pues ahorra un buen espacio y queda mejor -bajo mi punto de vista-, sino que ya nunca más volví a chocar el ratón contra la parte derecha del teclado mientras estaba jugando. Para escribir textos, es cierto que tardé unas cuantas horas en acostumbrarme a no tener pad numérico y tener que introducir los dígitos con la hilera que tenemos encima de las teclas de letras, pero ahora podía tener el teclado más centrado con respecto al monitor, mejorando a su vez mi posición en la silla al no tener que estar medio girado.
De igual manera, para aquellos usuarios que suelen girar un poco el teclado para tener una posición más cómoda a la hora de jugar (por el ángulo de la muñeca básicamente) de nuevo un teclado TKL proporciona una clara ventaja, pues repito que nos permite tener el teclado más centrado con respecto al monitor y evita en gran medida que choquemos con el ratón contra este mientras estamos jugando.
En resumidas cuentas, desde que decidí cambiar mi teclado normal por un TKL mi experiencia de juego y de trabajo han cambiado para mejor. Mis posturas ya no son tan forzadas y cuando eres un usuario que pasa muchas horas delante del PC, creedme que es de agradecer. Por estos motivos ya no cambio el teclado TKL por nada, y si bien al final es cuestión de gustos y preferencias, mi recomendación ahora siempre va a ser uno de éstos. Vuestra salud y rendimiento os lo agradecerán.