En las últimas semanas un rumor recorría la red, y hablaba de una hipotética versión reducida de la actual Xbox One de Microsoft, llamada Xbox One Slim. Estos rumores han sido desmentidos tajantemente por Phil Spencer, responsable de Xbox en Microsoft, quien ha dicho literalmente que los rumores son una gran mentira.
Ya que Microsoft está preparando un evento sobre hardware por todo lo alto para el mes de Octubre, estos rumores sobre una posible Xbox One Slim han tomado mucha fuerza, hasta el punto de que el responsable del proyecto Xbox en Microsoft ha tenido que salir al quite para desmentirlos… y lo ha hecho de una manera fulminante: son mentira.
Y es que, según los rumores, la Xbox One Slim sería un dispositivo focalizado únicamente en juegos sencillos y en reproducción de contenido y streaming, pues si ya con el diseño actual de la Xbox One el hardware tiene problemas de temperatura, imaginaos si reducimos el habitáculo todavía más.
No obstante, estos rumores no eran tan descabellados. Si nos atenemos a los precedentes, Microsoft ya lanzó una versión slim de su Xbox 360, por lo que era lógico pensar en una Xbox One Slim, para un futuro próximo. Sin embargo Phil Spencer ha mandado al traste estos rumores de un plumazo afirmando que son una completa mentira.
¿Y una Xbox One XL?
Ésta es una hipótesis totalmente nuestra. Si la actual Xbox One tiene problemas de temperatura y de rendimiento, ¿por qué no plantearse una versión XL? Mientras mantenga su estética y el tamaño no aumente demasiado seguramente la mayoría de los usuarios querrían una en su salón si lo que obtienen a cambio es un producto de mejor rendimiento, que se caliente menos y por consiguiente más silencioso.
Pensad en ello: Microsoft podría aumentar ligeramente el tamaño de la Xbox One actual para poder integrar un sistema de refrigeración más eficaz, lo que supondría sin duda unas temperaturas de funcionamiento menores y por supuesto menos ruido. Además podrían aprovechar para actualizar el hardware de la consola dotándola de un plus de potencia, aunque sea pequeño.
¿Quién no sacrificaría un poco de espacio a cambio de esto? Nosotros personalmente lo haríamos sin dudarlo ni un segundo, pues creemos que lo que los usuarios buscan es una videoconsola que cumpla lo que promete en términos de rendimiento (y que sea silenciosa siempre es un plus, sobre todo si la vamos a ubicar en el salón), no una consola “bonita” (que por otro lado muchos piensan que la actual es horrible y que parece un reproductor de vídeo VHS).
¿Qué opinan nuestros lectores? ¿Es disparatada nuestra idea?