Cuando Microsoft lanzó Windows 8, sistema operativo evidentemente orientado a pantallas táctiles, muchos fabricantes vieron en este lanzamiento la panacea para lanzar nuevas tecnologías en sus equipos, incorporando pantallas táctiles en portátiles. Sin embargo, dos años después de este lanzamiento, los fabricantes se han dado cuenta de la escasa aceptación que han tenido los portátiles con pantallas táctiles, en gran parte culpa de los dispositivos convertibles 2 en 1 y las tablets. Por este motivo, casi todos los fabricantes han decidido dejar de sacar nuevos portátiles con pantallas táctiles, dejando éstas únicamente para dispositivos 2 en 1, tablets y ordenadores All in One.
Está claro que un portátil que incorpore una pantalla táctil tiene un coste de fabricación, y por tanto un precio de venta al público, superior al de un portátil «normal». Dado que el «boom» de las pantallas táctiles (más allá de los smartphones) se produjo con las tablets, y más tarde con los equipos convertibles 2 en 1 (y en menor medida los All in One), muy poca gente decidió que sería una buena idea comprar un portátil con este tipo de tecnología. Por ello, las ventas han sido muy escasas, y ahora, dos años después, la mayor parte de los fabricantes han decidido dejar las pantallas táctiles solo para convertibles y tablets, volviendo a las tradicionales pantallas en los equipos portátiles.
Se espera que durante las próximas semanas o meses los fabricantes comiencen una fuerte promoción a los portátiles tradicionales para todos los segmentos de mercado. Veremos qué ocurre a mediados del año que viene cuando Microsoft lance definitivamente Windows 10.
Fuente: KitGuru.