Hace poco tiempo que Toshiba anunció el primer dispositivo de estado sólido fabricado desde que adquirieron OCZ, el RD400. Además, se trata también de el primer SSD de la marca en contar con interfaz PCI-Express 3.0 x4 y tecnología NVMe, lo que a su vez lo convierte en uno de los SSDs más rápidos del mercado. En el día de hoy os presentamos nuestro análisis del modelo de 512 GB de éste Toshiba OCZ RD400.
Al contrario que los SSDs SATA normales que utilizan el protocolo AHCI (Advanced Host Controller Interface), el protocolo NVMe está diseñado expresamente para dispositivos de estado sólido, lo que permite un mayor aprovechamiento del ancho de banda que brinda la interfaz PCI-Express y que se ve traducido en unas cifras de rendimiento de infarto. Los nuevos RD400 Series de Toshiba OCZ tienen una interfaz PCI-Express 3.0 x4, siendo capaces con ello de entregar un rendimiento que aproximadamente es cuatro veces el de un SSD SATA3 convencional. Concretamente, éstos SSDs de formato M.2 son capaces de entregar hasta 2.600 MB/s de lectura y 1.600 MB/s de escritura, con hasta 210.000/140.000 operaciones de entrada/salida por segundo (IOPS).
La serie RD400 está orientada a portátiles y ordenadores de sobremesa del más alto rendimiento. Con unas capacidades de entre 128 y 1024 GB pretenden cubrir un amplio espectro de usuarios con diferentes necesidades de almacenamiento, pero en todos los casos gracias al formato M.2 2280 son compatibles con casi todos los portátiles de alto rendimiento así como con las placas base modernas. Además, para placas base no tan modernas, la compañía también vende éste SSD con un adaptador opcional para poder instalar la unidad en un zócalo PCI-Express de la placa base. El modelo que nos han enviado a nosotros tiene, precisamente, éste adaptador.
Los SSDs Toshiba OCZ RD400 Series cuentan con los nuevos chips Toshiba 15nm MLC NAND que mejoran la fiabilidad y durabilidad (hasta 592 TBW (Terabytes written)), motivo por el que están respaldados en todos los casos por 5 años de garantía directa con el fabricante. Además, son compatibles con el software OCZ SSD Utility que permite monitorizar y controlar todos los parámetros del dispositivo.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Éstos RD400 tienen un rendimiento teórico que varía en función de su capacidad. En la siguiente tabla podéis ver todos los modelos.
También, claro, tienen sus especificaciones concretas, aunque la mayoría de ellas las hemos explicado en la introducción y no vamos a hacer hincapié de nuevo en lo mismo.
Cabe mencionar que, aunque no aparezca en ésta tabla, éstos dispositivos tienen una temperatura óptima de funcionamiento de entre 0 y 70ºC. Como todos los SSDs en éste formato, sufren thermal throttling cuando se sobrepasan esos 70ºC de temperatura.
ANÁLISIS EXTERNO.
El Toshiba OCZ RD400 viene embalado en una caja de cartón blando en cuyo exterior ya podemos ver que se trata del modelo de 512GB que viene junto con el adaptador PCI-Express. El fabricante pone también de manifiesto el protocolo NVMe en la esquina superior derecha.
En la parte trasera encontramos una descripción del dispositivo y una explicación de los beneficios de instalar un dispositivo de éstas características.
Nada reseñable en los laterales.
En el interior nos encontramos con una estructura de plástico transparente en la que el dispositivo ya viene montado en el adaptador PCI-Express. También se incluye un adaptador para poder instalarlo en sistemas de perfil bajo.
Aquí tenemos el aparato. Como podéis ver, la interfaz es PCI-Express x4, de manera que no necesitaremos ocupar un zócalo x16 de la placa base para instalarlo.
De hecho el adaptador es universal, pudiendo instalar en él SSDs M.2 de diferentes longitudes.
Y aquí el Toshiba OCZ RD400 insertado en el zócalo.
Se puede poner y quitar con facilidad, con tan solo un tornillo. En éste caso, bajo él el fabricante ha dispuesto espuma térmica para mejorar su refrigeración, aunque desde ya os adelantamos que utilizar el adaptador mejorará considerablemente las condiciones de temperatura con respecto a instalar el SSD en un zócalo M.2 de la placa base por el simple hecho de que no tendrá componentes que despidan calor tan cerca.
Finalmente, el dispositivo sin el adaptador.
TESTEO.
Para probar el Toshiba OCZ RD400 de 512 GB hemos empleado el siguiente hardware:
- Intel Core i5-6600K @ 4,2 Ghz.
- Asus Z170 Deluxe.
- 2×8 GB G.Skill TridentZ DDR4-3000 Mhz.
- Corsair RM1000i.
- AMD Radeon RX 480 8GB.
Además, hemos querido probar el SSD de varias maneras. Por un lado, las pruebas principales las hemos realizado con el SSD en su adaptador PCI-Express para no tener problemas de temperatura, y por el otro, hemos realizado una instalación limpia desde cero de Windows 10, utilizando el driver que nos ha suministrado Toshiba pues nos indicaron que el driver de Windows no funciona bien con el driver Intel RST (tenedlo en cuenta si decidís comprarlo, mejor utilizar el driver del fabricante).
Además de eso (PCI-Express y con Windows instalado en el SSD) hemos querido probar el RD400 conectado directamente a la placa a un zócalo M.2, y por otro lado, utilizando nuestro sistema de siempre (con un Toshiba HG6 como disco de sistema) con el RD400 de esclavo, de manera que en las pruebas podrá liberar todo su potencial al no tener que estar manejando el sistema operativo a la vez que el benchmark correspondiente.
El software.
Toshiba cuenta con el software SSD Utility (antes llamado SSD Guru) que nos permite monitorizar y controlar todos los parámetros del dispositivo, así que vamos a verlo aunque sea un poco por encima.
En la pantalla principal se nos muestra el estado del aparato, incluyendo su capacidad utilizada y libre, versión de Firmware (veréis que ya lo tenemos en la última versión), interfaz utilizada (en éste caso PCIe 3.0 x4), estado del SSD y su temperatura. La captura fue realizada prácticamente con el sistema recién iniciado y veréis que el SSD ya estaba a 48ºC, con unos 25ºC de temperatura ambiente.
En la siguiente pestaña, llamada «Afinador», podemos realizar un benchmark del dispositivo. Como veréis, no nos está dando unos parámetros especialmente buenos en su propio benchmark, especialmente en escritura.
En la tercera pestaña, llamada Mantenimiento, podemos comprobar la versión del Firmware y actualizarla. También desde aquí se nos proporcionan diversas opciones (abajo a la izquierda) y podemos establecer alertas (espacio consumido, temperatura, etc.).
Finalmente (omitiendo la típica pestaña de ayuda) tenemos la pestaña de Ajustes, en la que podemos seleccionar las notificaciones, si queremos que se inicie SSD Utility al arrancar Windows y poco más.
Las pruebas.
Comenzamos con la habitual captura de CrystalDisk Info para ver lo que tenemos entre manos. En éste caso como podéis ver tenemos el disco conectado con el adaptador PCI-Express, y no hay más discos en el equipo.
Con éstas condiciones, éste es el resultado que nos da CrystalDisk Mark.
Unos datos impresionantes, la verdad, muy cercanos al máximo que prometía el fabricante. A continuación la misma prueba pero con el SSD conectado directamente a un zócalo M.2 de la placa base.
Como podéis ver, mejora un poco la velocidad de lectura pero empeora la de escritura. ¿El motivo? Porque para cuando llegó a ésta parte de la prueba, el SSD ya estaba a 70ºC y comenzó a sufrir un poco de thermal throttling.
En las siguientes gráficas podéis ver una comparativa de situaciones. Primero con el RD400 conectado en el zócalo PCI-Express vs conectado al zócalo M.2.
Y en ésta otra gráfica, con el sistema operativo instalado en el propio SSD (Master), y con el sistema operativo instalado en otro disco (Slave).
Lógicamente la combinación ganadora sería tener el SSD utilizando el adaptador PCI-Express, y con el sistema operativo instalado en otro dispositivo, si bien casi nadie lo va a hacer (quien se compra un SSD de éstas características es para tener el sistema operativo instalado en él, ¿no?).
Vamos a ver ahora algunos otros benchmarks, pero en todos los casos con el dispositivo instalado en su adaptador PCI-Express, y con Windows 10 limpio instalado en el propio SSD como disco de sistema.
ATTO Disk Benchmark
Aquí efectivamente nos encontramos con los valores que nos prometía el fabricante (2.600 MB/s de lectura y 1.600 MB/s de escritura), con especial mención a que el verdadero rendimiento lo empezamos a tener a partir de utilizar archivos de 16 KB. Éste SSD no se lleva bien con archivos de pequeño tamaño.
AS SSD Benchmark
En ésta prueba los valores han comenzado a resentirse un poco. ¿Por qué? Porque llevábamos ya un rato dándole «caña» al SSD, y al momento de realizar ésta prueba estaba a 72ºC.
Éste thermal throttiling se ve perfectamente reflejado en la gráfica de arriba, en la que sometemos al SSD a una prueba de manejo de ficheros no comprimibles. ¿Véis los altibajos? Ésto es el thermal throttling. Y aun así, el rendimiento es bastante bueno, todo hay que decirlo.
CONCLUSIÓN.
Sin lugar a dudas, el Toshiba OCZ RD400 es el SSD más rápido del mercado actualmente. El protocolo NVMe y la interfaz PCI-Express son la solución que los fabricantes han encontrado al límite de la interfaz SATA, que ya ha quedado muy atrás, aunque ahora lo que deben hacer es encontrar una solución a los problemas de temperatura que sufren no éste, sino todos los SSDs en formato M.2, pues es una pena tener un dispositivo con tanto potencial que vea su rendimiento reducido por culpa de ésto.
En cuanto al RD400 en sí mismo, sin duda es una de las mejores compras de SSD M.2 NVMe que podéis hacer, tanto por su relación prestaciones / precio / capacidad como por el valor añadido que le da el fabricante, incluyendo el adaptador PCI-Express, el software y por supuesto la garantía (cinco años directamente con el fabricante).
PROS:
- Rendimiento brutal (aunque le damos un 8,5 por los problemas de temperatura).
- Facilidad de instalación.
- Windows lo reconoce de manera nativa (aunque se recomienda instalar el driver de Toshiba).
- Incluye adaptador PCI-Express y adaptador para perfil bajo.
- Cinco años de garantía.
- Capacidad de hasta 1024 GB.
CONTRAS:
- Los SSD NVMe todavía son bastante caros (unos 330 euros el modelo analizado).
- El rendimiento sufre cuando sube la temperatura (thermal throttling).
Por ello, el Toshiba OCZ RD400 se merece nuestro galardón de Oro, así como nuestras recomendaciones tanto por su rendimiento como por su relación prestaciones / precio.