Llegamos al tercer análisis de los nuevos productos de la familia Chroma que Razer ha presentado hace nada; después de mostraros nuestro análisis del Razer Kraken 7.1 Chroma en primera instancia y luego del fabuloso teclado Razer BlackWidow Ultimate Chroma, ahora le llega el turno al ratón estrella de la marca, el Razer DeathAdder Chroma, que ahora también recibe iluminación en 16.8 millones de colores, pero Razer también le ha incorporado un sensor óptico mejorado, aumentando su sensibilidad hasta los 10.000 DPI.
Desde el primer modelo de DeathAdder, este ratón se convirtió en el favorito de muchísimos usuarios, incluyendo Gamers profesionales, y no en vano este Chroma es la tercera versión que Razer ha lanzado del mismo, siempre incluyendo diferentes mejoras. Con el DeathAdder Razer ya demostró en su día que no es necesario tener un ratón con sensor láser para obtener la mejor precisión en juegos, simplemente hace falta que el sensor óptico sea lo más puntero en tecnología, y eso es lo que Razer nos proporciona con este ratón. Además, se trata de un ratón con una ergonomía muy singular, que hace que resulte cómodo para todo tipo de usuarios, con manos grandes, pequeñas o medianas, y con cualquier tipo de agarre, ya sea palma, garra o fingertip. Estas son las dos razones por las que no cabe duda de que el Razer DeathAdder es uno de los ratones más utilizados por Gamers del mundo, y por ello era casi obligado que la compañía lanzara la versión Chroma del mismo.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Tomadas de la web del fabricante.
Tal y como os hemos comentado antes, este DeathAdder Chroma es exactamente igual que el modelo anterior (DeathAdder 2013) pero con la facultad de que tanto la rueda como el logotipo de la marca ahora se pueden configurar para lucir en 16.8 millones de colores diferentes (antes solo en verde) y con distintos efectos, y el sensor óptico también se mejorado, pudiendo alcanzar ahora los 10.000 DPI (frente a los 6.400 del modelo anterior).
Se trata de un ratón concienzudamente optimizado para juegos, con una tasa de refresco de 1000 Hz, botones hyperesponse programables, aceleración de hasta 50G y en el que prima la sencillez: no tiene botones dedicados para macros, y ni tan siquiera botones dedicados al cambio de DPI «al vuelo», ni tampoco sistema de pesas. ¿Para qué? Dice Razer. El DeathAdder está pensado para que el usuario lo configura una única vez, y desde ese momento siempre responda a sus órdenes con total seguridad. Por otro lado, con un peso de 105 gramos, está optimizado tanto para usuarios de manos grandes como de manos pequeñas, y con cualquier tipo de agarre.
Razer vende al nuevo DeathAdder Chroma como el mejor ratón Gaming del mundo, y nosotros lo vamos a poner a prueba para ver si es o no verdad.
ANÁLISIS EXTERNO.
El embalaje del DeathAdder es muy similar al del modelo 2013, y de hecho la única diferencia externa en éste es la apertura superior (antes iba con pestañas, ahora no), y lógicamente la actualización de la portada para añadir las facultades Chroma del mismo.
En el frontal de la caja encontramos una foto desde arriba del ratón, con sus principales características destacadas en la zona inferior, dejando para la parte trasera una especie de croquis y sus características técnicas. En los laterales encontramos declaraciones de Gamers profesionales que lo utilizan en un lado, y una descripción de la ergonomía, el sensor y la iluminación en el opuesto.
No hay accesorios de consideración en este ratón, en el que como comentábamos antes prima la sencillez: solo unos panfletos informativos, manual de instrucciones y las pegatinas de rigor.
El ratón viene protegido por una cubierta de plástico transparente y un plástico de color verde debajo. Hemos quitado el plástico transparente para sacar la siguiente foto.
A continuación podéis ver el DeathAdder Chroma en todo su esplendor. Al igual que en el modelo de 2013, incorpora dos piezas de goma en ambos laterales para mejorar el agarre, y los botones del lateral izquierdo tienen un tamaño bastante grande, de manera que da igual el tamaño y la posición de la mano: siempre están accesibles. El ratón tiene una forma irregular, ligeramente inclinado hacia su lado derecho, de manera que se adapte perfectamente a la mano de un diestro. También destacar la gran anchura de ambos botones.
Fijaos en unos ejemplos de agarre. Tanto con manos pequeñas como grandes, y tanto con agarre tipo palma como garra y fingertip, el DeathAdder se adapta a la perfección.
En la zona inferior Razer ha ubicado una gran pata de teflón en la zona inferior y dos más pequeñas en la superior. El sensor óptico está en el centro.
El cable por supuesto cuenta con un mallado de tela para proteger su integridad, y el conector USB está chapado en oro para maximizar su conductividad.
TESTEO.
Nada más conectar el ratón a un puerto USB del ordenador, el sistema operativo lo detecta y comienza a funcionar. Por defecto, tiene configurada una iluminación rotativa en espectro, es decir, que automáticamente va cambiando de color tanto la rueda como el logotipo. A continuación podéis ver unos ejemplos.
Curiosamente, mi ratón habitual es la versión anterior, un DeathAdder 2013. A continuación podéis ver ambos uno al lado del otro, y atención al desgaste del DeathAdder antiguo, con casi dos años ya de antigüedad. A pesar de utilizarlo mucho, muchísimo, el desgaste no es nada considerable.
También podéis ver la diferencia de calidad de iluminación; en la rueda es igual (a excepción lógicamente del color), pero en la zona del logotipo se nota bastante que la iluminación del Chroma es bastante más uniforme. En la versión 2013 la iluminación consiste en un único LED que desde abajo ilumina el logo.
El software.
Ya conocéis de sobra Razer Synapse, el software universal para todos los periféricos de Razer que guarda nuestra configuración en la nube. Nada más conectar el DeathAdder Chroma, el sistema lo detecta y nos pide actualizar la aplicación para disfrutar de todas sus nuevas características.
Tras instalarla, el software ya nos detecta el nuevo dispositivo, y como también detecta que tengo perfiles configurados en el DeathAdder 2013 me da la oportunidad de importarlos.
Esta es la pantalla principal, desde donde podemos configurar las acciones de los botones del ratón y manejar los perfiles.
La segunda pestaña se llama Rendimiento, y desde ésta podemos configurar los niveles de sensibilidad del ratón, la aceleración y la tasa de refresco. Fijaos en que este ratón llega hasta los 10.000 DPI.
Mientras que el modelo de 2013 «solo» hasta 6.400.
Los niveles de sensibilidad por supuesto son configurables, y aunque el ratón no tiene botones dedicados para cambiar de DPI se pueden configurar en otros, o con combinaciones de teclas. Por descontado y como ratón de gama alta que es, se pueden configurar los ejes X e Y de manera independiente. Por cierto que se pueden configurar hasta 5 perfiles de DPI, con saltos de 50 en 50.
La siguiente pestaña es la de la iluminación, el factor estrella de esta gama Chroma. Aquí podemos configurar de manera independiente el color y los efectos de la rueda y del logotipo.
Mirad la diferencia con el 2013.
La última pestaña se llama calibración, y nos permite calibrar nuestra alfombrilla para que el sensor actúe de la mejor manera posible (vienen por cierto preconfiguradas varias alfombrillas de Razer). También aquí podemos configurar la distancia de elevación, es decir, cuánto tenemos que levantar el ratón para que se desactive el sensor (y que no se vuelva loco).
Por otro lado, tenemos el casi obligatorio gestor de Macros.
Rendimiento del ratón.
Estamos ante un ratón totalmente orientado al Gaming, y por tanto lo hemos probado con juegos, juegos de todo tipo, desde FPS (Battlefield 4) hasta MOBA (League of Legends) pasando por estrategia (Civilization: Beyond Earth). En juegos como Battlefield 4 se hacen pocos movimientos y clic, pero han de ser extremadamente precisos. Por contra, en juegos como League of Legends, se hacen muchísimos movimientos frenéticos y una desmesurada cantidad de clics, es sin duda un juego de estrés extremo para el ratón. El Civilization, por su parte, es un juego más pausado donde no importa demasiado la velocidad.
En todas y cada una de las situaciones el DeathAdder se comporta de manera fabulosa, responde con precisión a todos los clics y movimientos, y la adaptación a la mano es total. Sé que me faltan adjetivos para describiros lo bueno que es este DeathAdder Chroma. Solo os diré que tiene la capacidad de convertirse en una extensión de la mano.
CONCLUSIÓN.
Razer vende el DeathAdder Chroma como el mejor ratón Gaming del mundo. No sé si esto será verdad o no porque no he probado todos los ratones que hay, pero desde luego es el mejor de todos los que he probado, y no son pocos. Se trata de un dispositivo comodísimo, se adapta a la mano a la perfección cualquiera que sea su tamaño o el tipo de agarre, y además es tremendamente preciso. Al incorporarle las características de la familia Chroma, Razer le da además al DeathAdder la posibilidad de cambiar de estética, lo que siempre es un plus, y de hecho era algo que se echaba bastante de menos en este ratón.
Destacar además que el precio ronda los 70 euros, nada descabellado teniendo en cuenta todo lo que aporta.
PROS:
- Extremadamente cómodo para cualquier tamaño de mano y tipo de agarre.
- Muy preciso en todo tipo de juegos.
- Botones laterales grandes.
- Sofware muy sencillo e intuitivo.
- Iluminación en 16.8 millones de colores.
CONTRAS:
- No estaría de más un botón adicional para cambio de sensibilidad «al vuelo».
- Solo para diestros.
Por ello, no cabe duda de que este Razer DeathAdder Chroma se merece nuestro mayor galardón, el de Platino, además de nuestra recomendación por su rendimiento y diseño.