Cuando hablamos de tarjetas gráficas, sin duda uno de los fabricantes más reconocidos es MSI, sobre todo por sus ediciones Lightning (tope de gama) y Gaming (gama alta). Como no podía ser de otra manera, tras el lanzamiento de la última generación de tarjetas gráficas de AMD (Volcanic Islands), MSI ya ha lanzado sus versiones personalizadas de muchos de los modelos. En concreto, hoy os presentamos el análisis de la MSI Radeon R9 280X Gaming Edition, una tarjeta gráfica que promete ofrecer un rendimiento sin compromiso para cualquier juego en resolución Full HD.
Como ya vimos en su día cuando analizamos la MSI GeForce GTX 780 Gaming Edition, esta serie Gaming ofrece una serie de características extras que no solo dan un valor añadido con respecto a los modelos de referencia de los fabricantes, sino que además nos proporcionan ciertos extras adicionales para diferenciarse de los modelos personalizados de los demás ensambladores. Así, esta R9 280X Gaming Edition cuenta con Overclock de fábrica y un disipador personalizado de MSI, pero además tiene una aplicación específica que nos otorga nuevas características avanzadas para poder hacer que la gráfica se adapte a las necesidades de cualquier usuario.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Sacadas de la página web de MSI.
Como vemos, tenemos entre manos nada más y nada menos que una Radeon R8 280X de AMD, pero que cuenta con tres perfiles de Overclock, que por cierto aumentan en gran medida el rendimiento base de la R9 280X de AMD, la cual cuenta con una velocidad de reloj de 850Mhz y 1 Ghz en modo turbo. Así, tenemos que esta MSI Radeon R9 280X Gaming Edition tiene el core funcionando a 1 Ghz de base, y luego tres perfiles: el perfil «Silent» que mantiene la velocidad Turbo a 1 Ghz, el perfil Gaming que lo sube a 1020 Mhz, y el perfil OC que lo sube todavía más, hasta los 1050 Mhz.
La memoria y el resto de características técnicas permanecen iguales que la versión de referencia, es decir, que sus 3 GB de memoria dedicada funcionan a 6 Ghz efectivos de velocidad, con un ancho de banda de memoria de 384 bits, lo que debería ser más que suficiente para poder jugar incluso a altas resoluciones por encima de los 1080p.
ANÁLISIS EXTERNO.
Como es habitual en las gráficas Gaming Edition de MSI, esta R9 280X viene embalada en una caja con una cubierta donde los colores rojo, negro, y el dragón típico de la marca dibujado en color blanco predominan por encima de todo lo demás. En la cara principal, aparte de los adornos, encontramos que el fabricante ha querido resaltar por encima incluso del modelo específico de gráfica que tenemos entre manos el hecho de que emplea su disipador personalizado Twin Frozr que tan buenos resultados le ha dado tradicionalmente a MSI. En la cara posterior encontramos sus principales características destacadas así como las características técnicas completas.
En el interior de la cubierta encontramos una caja de cartón duro totalmente negra en la que está imprimado el logo del fabricante, en cuyo interior está la gráfica y una caja que contiene todos los accesorios. En concreto, los incluidos con esta R9 280X Gaming Edition son: guía de instalación rápida, CD de drivers y utilidades, adaptador DVI-VGA, adaptador DisplayPort-Mini displayport, puente CrossFireX, y dos adaptadores de alimentación, uno que convierte un conector PCI-Express de la fuente de alimentación de 6 pines a 8, y otro que convierte 2 conectores MOLEX de 4 pines en un PCI-Express de 6 pines.
Ya fuera de su embalaje, encontramos la tarjeta gráfica, y lo primero que nos sorprende al sujetarla con las manos es que es muy grande y pesada. De hecho, esta R9 280X Gaming Edition de MSI tiene una altura bastante superior a lo que es habitual en las tarjetas gráficas de hoy en día, y es que si no no podría dar cabida a los dos ventiladores que equipa este disipador Twin Frozr de la marca. En la cara frontal de la gráfica tenemos estos dos ventiladores destacando por encima de todo, con el logo «Gaming G Series» de MSI metálico entre ambos. En verdad es una gráfica bastante bonita con sus colores rojo y negro, que seguro que encantará a usuarios que tengan cajas con ventana transparente para ver el interior del ordenador.
Hablando de dimensiones, los ventiladores tienen 92mm de diámetro, y la longitud de esta gráfica es de 26 centímetros.
Este modelo de tarjeta gráfica, a pesar de contar con 3 GB de memoria, no tiene chips por la parte trasera del PCB, por lo que no es necesaria la instalación de un backplate en esta zona. Cuenta con dos conectores CrossFireX, y como vemos en las siguientes imágenes lo que sí tiene es un pequeño switch al lado de éstos para cambiar entre las dos BIOS con las que viene equipada. Es dual BIOS, lo que significa que tiene una BIOS de fábrica inviolable (que no se puede modificar por seguridad), y otra que nos permite modificar los valores como queramos, e incluso instalar otras versiones de BIOS si queremos.
Por la parte de arriba de la gráfica encontramos el logo de MSI, y desde aquí podemos ver las enormes heatpipes con las que cuenta este disipador personalizado. También en esta zona, pero en la parte trasera, tenemos los conectores de alimentación: Un PCI-Express de 6 pines y otro de 8 pines son necesarios para darle servicio. En la parte de abajo podemos ver más de estos heatpipes, además por supuesto del conector PCI-Express 3.0.
Por la parte trasera no encontramos nada salvo el conector interno de los ventiladores, y por la parte delantera tenemos todas las salidas de vídeo, que consisten en un DVI-DL, un HDMI y dos mini DisplayPort.
Vista la gráfica, es hora de conectarla a nuestro banco de pruebas y someterla a los test de rigor.
TESTEO.
Ha llegado la hora de poner a prueba el buque insignia de MSI, y para ello hemos empleado el siguiente hardware:
- Intel Core i7-2600K @ 4,4 Ghz.
- Asus Sabertooth P67 B3.
- Noctua NH-D14.
- 2x4Gb Kingston HyperX Beast 2400Mhz.
- FSP Aurum Pro 1200W.
- Cooler Master Cosmos SE.
- Corsair Neutron GTX 240Gb SSD.
- Western Digital Black 2Tb SATA3.
El sistema operativo empleado ha sido Windows 7 Ultimate x64 SP1 con todos los parches instalados, y los drivers para la gráfica los Catalyst 13.11 BETA 8.
Abrimos boca con una captura de GPU-Z.
Como véis, el core está funcionando a 1050 Mhz, es decir, que por defecto viene con el perfil OC activado. No obstante, podemos modificar esto y elegir entre los tres perfiles con la MSI Gaming App incluida en el CD, pero que también podemos descargar de la web de MSI.
Por cierto, que esta aplicación también tiene una utilidad extra, y es que si pulsamos sobre el icono del copo de nieve, los ventiladores se ponen al 70% durante medio minuto, y sirve para enfriar al máximo la gráfica, cosa que a nosotros nos ha venido como anillo al dedo para más tarde hacer las pruebas de temperatura.
Temperatura.
Para medir la temperatura se ha empleado Open Hardware Monitor, y el dato medido es el Delta de temperatura, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente. De este modo, aunque esta última varíe, no se ve afectada la comparación en la medición.
Los resultados de la siguiente gráfica han sido obtenidos con el ventilador de la gráfica en automático, y en las siguientes situaciones: Idle largo (30 minutos de absoluto reposo), Idle (10 minutos de reposo), Heaven Benchmark (temperatura máxima durante el benchmark), Juegos (temperatura máxima jugando) y Furmark durante 10 minutos.
La temperatura es quizás un poco elevada, pero en su favor hemos de decir que la gráfica es absolutamente silenciosa incluso bajo máxima carga. A continuación podéis ver comparadas las temperaturas con el resto de gráficas que han pasado por nuestras manos.
Consumo.
El dato de consumo se ha medido con un medidor de enchufe Efergy eSocket al que únicamente estaba enchufada la torre del ordenador. Es decir, que el dato de consumo es del sistema completo sin tener en cuenta el monitor, altavoces ni demás posibles aparatos. Por ello, también hemos querido incluir el dato de consumo máximo (Full LOAD), estresando además de la gráfica con Furmark el procesador con Prime95.
Como vemos, el sistema completo a máxima carga consume casi 500W, por lo que sería recomendable tener instalada una fuente de alimentación de buena calidad y eficiencia de como mínimo 650W para ir holgados. A continuación, otra gráfica comparativa.
TEST SINTÉTICOS.
En este apartado sometemos a la MSI Radeon R9 280X Gaming Edition a diversos benchmarks sintéticos para medir su rendimiento en diferentes ámbitos.
Unigine Heaven Benchmark 4.0
Este benchmark viene con varios presets pre configurados, pero el preset más exigente de éstos no utiliza una resolución Full HD, por lo que hemos personalizado los parámetros para elegir los más exigentes.
Un rendimiento francamente por debajo de lo esperado, ya que pensábamos que en este test batiría la marca de la GTX770 de Gigabyte, pero no ha sido así.
Unigine Valley Benchmark 1.0
Al contrario que Heaven, este benchmark sí que tiene un perfil preconfigurado con los ajustes más exigentes, Extreme HD, y este es el test que hemos realizado.
Resultados muy similares en Valley Benchmark. No empieza bien esta R9 280X en cuanto a rendimiento, ya que francamente pensábamos que tendríamos entre manos una gráfica superior a la GTX770 de NVIDIA. No obstante, vamos a ver qué tal se comporta en el resto de pruebas.
3DMark 11
Ahora vamos con el rendimiento en 3DMark 11. Este test nos va a mostrar la potencia gráfica específica con DirectX11.
En 3DMark 11 corroboramos que efectivamente esta R9 280X de MSI es inferior en rendimiento con respecto a la que sería su competidora directa, la GTX 770, aunque recordemos que ésta es unos 60€ más barata que la de NVIDIA y en precio más bien competiría con las GTX760.
3DMark
Vamos ahora a someter a esta gráfica a la última versión del famoso test 3DMark. Estos han sido los resultados:
El test de 3DMark que más debe importarnos es Fire Strike, en el cual se ejecuta un equivalente a un juego exigente en resolución Full HD, y esta R9 280X Gaming de MSI ha obtenido una puntuación de 7667 puntos. Teniendo en cuenta que la puntuación prometida por AMD en este test con su modelo de referencia es de más de 6800 puntos, creo que MSI ha hecho un gran trabajo por el resultado obtenido, muy superior a lo prometido por AMD.
ComputeMark 2
ComputeMark está basado en simulaciones de fluidos utilizando la capacidad DirectCompute de las gráficas, y es una manera alternativa a OpenCL de medir la capacidad de cómputo de la gráfica. Hemos realizado dos pruebas, una con el preset normal y otra con el extreme, y estos han sido los resultados obtenidos.
La capacidad de cómputo de esta R9 280X está en lo esperado, justo por debajo de la R9 290 y por encima de la R9 270X.
Juegos.
En los siguientes tests os mostramos el rendimiento en algunos de los juegos más populares del panorama actual. El rendimiento está medido en FPS (Frames por Segundo) y ha sido medido con la utilidad de benchmarking FRAPS durante sesiones de 20 minutos de juego, intentando hacerlo en pantallas o misiones lo más sobrecargadas posible. Cada juego es diferente, pero en todos los casos los gráficos han sido configurados al máximo y a una resolución de 1920×1080.
La metodología en los diferentes juegos ha sido la siguiente:
- Resident Evil 6: utilidad de benchmark.
- Tomb Raider: utilidad de benchmark.
- Tomb Raider (TressFX): utilidad de benchmark (TressFX activado).
- Metro 2033: utilidad de benchmark (5 runs).
- Battlefield 3: Partida de 20 minutos en el mapa “Operation Firestorm”.
- Battledield 4: Primer capítulo de la campaña de un solo jugador completo.
- Guild Wars 2: Partida de 20 minutos; 5 minutos en ciudad sobrecargada (Arco del León) y 15 haciendo misiones diversas.
- Bioshock Infinite: utilidad de benchmark.
- Crysis 3: Nivel “Welcome to the jungle” completo.
Como vemos, un rendimiento en juegos espectacular. La MSI Radeon R9 280X Gaming Edition es capaz de ejecutar los últimos títulos del mercado con todo al máximo y en resolución Full HD sin ningún problema, incluyendo el archiconocido Battlefield 4.
CONCLUSIÓN.
Si esperábamos un poco más de rendimiento por las quizás demasiado altas expectativas que teníamos puestas en esta gráfica, ha resultado ser una potente herramienta para ejecutar los últimos juegos del mercado con todos los ajustes gráficos al máximo y en resolución Full HD. La gráfica se mantiene bastante fresca gracias al disipador Twin Frozr de MSI, y además es muy, muy silenciosa, cosa es que es muy de agradecer teniendo en cuenta que los modelos de referencia equipados con disipadores tipo blower son extremadamente ruidosos.
PROS:
- Buen rendimiento.
- Bastante fresca y silenciosa.
- Estética gamer genial.
- Overclock de fábrica, con la posibilidad de elegir tres niveles mediante software.
- BIOS dual.
- Compatible con Quad-CrossFireX.
- Precio (unos 270 euros)
- Gran cantidad de accesorios y adaptadores incluidos.
CONTRAS:
- Su altura puede hacerla no compatible con algunas cajas estrechas.
- Consumo elevado.
Por ello, nuestro veredicto con respecto a esta MSI Radeon R9 280X Gaming Edition es que se merece nuestro galardón de Platino, así como nuestra recomendación por su buen rendimiento.