A finales del mes pasado, la división Gaming de NOX, Krom, sorprendió anunciando su segundo teclado con interruptores mecánicos, el Krom Kratos, que además está disponible en tres versiones diferentes: con mecanismos Kailh Blue, Brown y Red. En el día de hoy os presentamos nuestro particular análisis de este teclado, concretamente del modelo que cuenta con interruptores Kailh Brown, los que en teoría están mejor balanceados para usuarios que utilizan el teclado tanto para jugar como para escribir textos.
El Krom Kratos es seguramente el teclado de más alta gama de la marca, y a pesar de que el precio de este tipo de teclados es bastante elevado, Krom lo ha puesto en el mercado por 90 euros, un precio que parece más que adecuado teniendo en cuenta sus características. Ya conoceréis de sobra el comportamiento de los interruptores Kailh, y a éstos Krom ha añadido iluminación completa e independiente por tecla en el habitual color naranja de la marca, un sistema anti ghosting completo (Full N-Key Rollover), sistema de gestión de perfiles y macros que se guardan en la memoria interna del dispositivo, y como es habitual teclas y accesos multimedia integrados en el propio teclado y que se pueden utilizar sin necesidad de software.
Ya hablando de software, Krom ha diseñado una herramienta específica para este Kratos que permitirá configurar cada tecla con la función que queramos de manera independiente, de manera que podríamos configurar un perfil específico para un juego, por ejemplo, con funciones concretas de éste, como si tuviéramos un teclado que únicamente tiene macros. Además como cuenta con memoria interna, podríamos llevarnos el Kratos a otro PC y utilizar todas sus funciones y macros grabadas sin necesidad de instalar el software para que funcionen: todo lo hace el teclado por sí mismo.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Tomadas de la web del fabricante.
Poca cosa vemos en las especificaciones de lo que no os hayamos hablado ya. Caben destacar varias cosas, no obstante, y es que el Kratos es bastante pesado (1.3 Kg) por lo que sumado a las patas de goma anti deslizante que equipará en la zona inferior harán que el teclado no se mueva de su sitio cuando estemos utilizándolo. Por otro lado, hay que matizar que los mecanismos no tienen 50.000.000 millones de pulsaciones sino 50 millones, lógicamente es un error tipográfico (y creíamos necesario aclararlo para evitar confusiones).
Un punto muy a favor del Kratos, bajo nuestro punto de vista, es que cuenta con un puerto USB passthrough que nos permitirá conectar otros dispositivos al propio teclado. Más de una vez hemos comentado que hoy en día es algo prácticamente necesario en un teclado de este calibre, máxime en teclados que requieren dos puertos USB para funcionar (aunque en el caso del Kratos solo necesita un único puerto USB).
ANÁLISIS EXTERNO.
El Krom Kratos viene embalado en una caja de cartón semirígido a todo color, en cuya cara principal podemos ver ya de primeras una imagen del teclado completo y donde podemos apreciar su iluminación en color naranja. En la parte trasera encontramos sus características técnicas en seis idiomas y un croquis con sus principales partes destacadas.
En uno de los laterales podemos ver destacadas, en forma de icono, algunas de las principales características del dispositivo: interruptores mecánicos, modo Gaming, anti ghosting, software de configuración, teclas iluminadas y memoria interna.
Krom ha escogido un embalaje más que adecuado para proteger el teclado, ya que éste va perfectamente sujeto a ambos lados por plástico acolchado, así que literalmente va en suspensión.
Como accesorios tan solo encontramos un breve manual de instrucciones, así que el software deberemos descargarlo desde la página web del fabricante.
Así pues vamos a ver ya el teclado. Tiene el tamaño justo de un teclado completo, sin teclas dedicadas para macros ni teclas multimedia dedicadas. Tan solo encontramos en la zona superior derecha, justo encima del pad numérico, cuatro teclas específicas que sirven para controlar algunas funciones del teclado, como activar y desactivar el modo de juego y controlar la iluminación. Krom ha utilizado una tipografía en mayúsculas moderna, con cortes en algunas teclas que le pega mucho a la estética del mismo. Podéis observar ya desde estas primeras imágenes que toda la zona inferior, debajo de las teclas, es de color naranja. Ésta servirá para que una vez encendido el teclado se realce la iluminación.
Destaca que Krom ha dispuesto en las teclas de control de texto, encima de los cursores direccionales, seis teclas para Macros que podremos configurar gracias al software.
El Kratos tiene bordes gruesos a ambos lados y cierta elevación incluso sin desplegar las patas elevadoras.
De la parte trasera sale el cable del teclado, protegido por una pieza de plástico endeble que lo protegerá cuando se produzcan movimientos. En la parte central tenemos el puerto USB 2.0 y dos minijacks de audio.
Detalle.
En la parte inferior del teclado hay más de lo que parece. Para empezar destacan cuatro grandes estrías que cruzan el teclado en dos zonas de arriba hacia abajo y que servirán para canalizar cables a través de ellas. Ésto es especialmente útil si por ejemplo conectamos unos auriculares USB al teclado. Por otro lado, tiene una forma de crestas y valles triangulares como si fueran vigas, que efectivamente sirve para dotar a la estructura del teclado de mayor rigidez para que no se combe cuando apoyemos las manos en la parte superior. También hay dos perforaciones para poder anclar un reposamuñecas, aunque en este caso no lo incluye de serie (aunque se puede comprar aparte). Para terminar, encontramos cuatro grandes patas de goma y las dos habituales patas elevadoras, que en este caso no cuentan con goma anti deslizante.
Como en todos los teclados con interruptores mecánicos, poner y quitar las capuchas de las teclas es tan sencillo como tirar de ellas hacia arriba. Aquí podéis ver el mecanismo Kailh Brown con su LED independiente.
Terminamos el análisis externo con el cable, de un grosor medio y protegido por una malla de hilo de nylon. Termina en dos conectores minijack de 3.5 mm para auriculares y micrófono y un conector USB 2.0, todos ellos bañados en oro para maximizar su conductividad.
TESTEO.
Nada más conectar el teclado a un puerto USB libre del ordenador ya comienza a funcionar y podemos empezar a utilizarlo, sin necesidad de instalar ningún driver adicional. No obstante, si queremos sacarle el mejor partido es necesario descargar e instalar el software de configuración al menos una vez, ya que una vez configurado todo se guardará en la memoria interna del teclado y todo funcionará de manera independiente, sin necesidad de tener el software instalado siempre.
Iluminación.
Como decíamos al principio, el Kratos cuenta con iluminación de color naranja independiente para cada tecla. Además, algo de lo que no nos dimos cuenta viendo el teclado por fuera es que incluye una pequeña banda de iluminación LED en ambos laterales que contribuirá a crear una atmósfera Gaming cuando estemos utilizando el teclado a oscuras.
Gracias a los botones de control individuales ubicados encima del pad numérico podemos controlar la intensidad y el modo de iluminación sin necesidad de software. Entre los modos encontramos uno con iluminación completa que hemos podido ver en las imágenes de arriba, otro que solo ilumina los cursores direccionales y las teclas WASD, y otro modo que hace una especie de «serpiente» en todo el teclado de arriba hacia abajo.
El software
Krom ha creado un software específico para el Kratos que, si bien parece bastante inmaduro y con bastantes aspectos por pulir, es sencillo y a la vez bastante completo. En la pantalla principal vemos una imagen del teclado en la que podemos hacer clic en cada tecla y configurarla como queramos, literalmente. En la zona inferior podemos manejar hasta cinco perfiles, asignando a cada uno de ellos una configuración diferente.
Aquí podéis ver un ejemplo de algunas de las opciones que tenemos a la hora de asignar acciones a cada tecla.
La segunda pestaña del software de configuración nos lleva al editor de Macros. En la zona superior podemos asignar funciones a las seis teclas para macros que os mostramos anteriormente. En la parte de abajo tenemos el botón Macro Manager que nos permitirá crear las susodichas macros.
La tercera pestaña es la relativa a la iluminación. Desde aquí podremos configurar básicamente lo mismo que con las teclas dedicadas en lo relativo a la intensidad y demás. Lo interesante es la tercera opción, «Custom Key lights», que nos permitirá hacer que se iluminen solo las teclas que nosotros queramos. Eso sí, siempre en color naranja.
Para terminar, en las opciones avanzadas podemos configurar el anti ghosting seleccionando 6-Key Rollover o N-Key Rollover (aunque ¿quién quiere configurar solo seis teclas?) así como lo que queremos que se active y desactive con el modo de juego. También seleccionar el lenguaje y comprobar la versión del firmware del teclado y el software instalado.
Pruebas en juegos
Dado que el Krom Kratos es un teclado orientado a Gaming, la prueba más lógica son los juegos. Los mecanismos Kailh Brown tienen una leve respuesta táctil, a diferencia de la respuesta lineal de los interruptores Red, por lo que si bien en juegos la respuesta no es tan instantánea, sí que tenemos un mayor control sobre las pulsaciones puesto que notamos de manera táctil cada una de ellas.
Explicado esto, hay que decir que el Kratos se comporta de una manera impecable en todo tipo de juegos, ya sea en MOBA como el League of Legends donde muchas veces machacamos literalmente las teclas, o en Battlefield Hardline donde las pulsaciones son más contínuas y diversas. En todos los ámbitos el comportamiento del Kratos ha sido excelente, respondiendo a cualquier pulsación y en cualquier orden sin ningún tipo de retraso ni interrupción. Sin duda el anti ghosting se nota mucho en títulos como Battlefield, y éstas son las cosas que diferencian un teclado Gaming de uno que no lo es.
Hablando de efecto anti ghosting, hemos realizado la típica prueba de Microsoft que nos permite ver cuántas teclas se detectan al mismo tiempo. Tened en cuenta que a la hora de tomar la captura era bastante complicado pulsar tantas teclas como pudiéramos con una mano (brazo en este caso) mientras con la otra mano tomábamos la captura con el ratón. El caso es que la respuesta fue impecable.
En lo relativo a la ergonomía he de decir que he echado de menos un reposa muñecas. En mi opinión, si Krom quiere de verdad que éste sea un teclado de gama alta, debe serlo en todos los sentidos, y en ésto se incluye incorporar el reposa muñecas de serie y no como accesorio que hay que comprar aparte.
Por otro lado, también cabe destacar que las patas de goma hacen muy bien su trabajo cuando no tenemos las patas elevadoras levantadas, el teclado apenas se mueve de su sitio mientras lo utilizamos. Eso sí, al carecer estas patas de pies de goma, cuando las utilizamos el teclado solo tiene dos puntos de apoyo en goma anti deslizante y sí que se mueve bastante en uso. Krom debería plantearse la inserción de pies de goma en las patas elevadoras.
Escritura.
Dado que los mecanismos Brown (ya sean Cherry o Kailh) son los que, según casi todos, están mejor balanceados para escribir y jugar, también debemos mostraros una prueba de escritura. Como es habitual hemos utilizado la herramienta 10 Fast fingers. Siempre digo que no es que sea un experto en mecanografía y nunca he dado clases a tal efecto, pero considero que los años de experiencia han hecho de mi un escritor bastante rápido. Este ha sido el resultado obtenido:
El resultado si bien es bastante bueno, queda por debajo de la puntuación habitual que suelo tener con este tipo de mecanismos (unos 120). Esto ha sido así porque, si os fijáis, cometí muchas equivocaciones debido a que la disposición de las teclas del Kratos está ligeramente desviada con respecto a mi teclado habitual. No obstante esto es algo que con uso se corrige, en cuanto lleve unos días más con el teclado seguro que mejoraría esta velocidad de escritura.
CONCLUSIÓN.
El Kratos es una muy buena aproximación de Krom a lo que un teclado mecánico debería ser: eficaz y fácil de utilizar. A ésto hay que añadirle que se trata de uno de los teclados mecánicos más baratos del mercado, por lo que sin duda es una elección más que acertada para todo tipo de jugadores. Eso sí, te tiene que gustar su estética puesto que la iluminación limitada al poco usual color naranja puede no ser del gusto de todos.
PROS:
- Rendimiento excelente en todos los ámbitos.
- Buena calidad de materiales y de construcción.
- Excelente calidad de iluminación.
- Software fácil de utilizar.
- Memoria integrada.
- Capacidad anti ghosting completa.
- Precio (unos 90 euros).
CONTRAS:
- Las patas elevadoras carecen de inserciones de goma.
- Bajo nuestra opinión debería incorporar un reposa muñecas de serie.
- Iluminación solo en color naranja, que puede no ser del gusto de todos.
Por ello, con una puntuación de notable alto creemos que el Krom Kratos es una muy buena elección y por ello le otorgamos nuestro galardón de Oro y nuestras recomendaciones tanto por su rendimiento como por su relación calidad / precio.