Hoy os presentamos el análisis de uno de los disipadores más curiosos de DeepCool, el Fiend Shark. Digo curioso porque no es tipo torre, sino tipo concha, en el cual el ventilador se ubica en la parte de arriba del mismo en lugar de a los lados. De esta manera, el aire se queda dentro de la caja en lugar de ser expulsado directa o indirectamente fuera de ésta. Por contra, este tipo de refrigeración ayuda a mantener a buena temperatura los componentes cercanos al socket del procesador, tales como la memoria RAM o los mosfet de la placa base.
A pesar de que por norma general los disipadores tipo concha son concebidos para equipos de perfil bajo y HTPC, el Fiend Shark tiene un tamaño bastante considerable, el cual le hace incompatible con la mayor parte de estos sistemas a no ser que la altura de la caja sea mayor de la normal.
Vamos a verlo en detalle.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Sacadas de la página web de DeepCool.
Como vemos por las medidas del disipador, éste mide 131 milímetros de alto, pero si le sumamos el ventilador de 140 x 140 x 25 mm tenemos una altura total de 156 mm, lo que lo hace compatible con la mayor parte de cajas del mercado, pero no con equipos de bajo perfil. Además, con sus más de 1,1Kg es bastante pesado.
Por otro lado, el Fiend Shark cuenta con 6 heatpipes de cobre niquelado que distribuyen el calor desde el procesador mediante tecnología de contacto directo hasta 6 cuerpos separados de aletas de aluminio distribuídos en dos zonas (lo veremos más claramente con las imágenes). Además, incluye un eficiente ventilador de 140mm con control PWM. Según DeepCool, este disipador es capaz de disipar eficientemente hasta 150W de calor. Más tarde veremos hasta qué punto es esto cierto.
Comencemos a ver el disipador en primera persona.
ANÁLISIS EXTERNO.
El Fiend Shark viene embalado en una enorme caja de cartón de color blanco, en el que únicamente predomina un anagrama del modelo.
En la cara opuesta de la caja, unas pequeñas imágenes (al estilo Apple) nos indican algunas de las características del aparato. La verdad es que no podrían haber elegido una caja más minimalista.
Al abrir la caja, encontramos el disipador debajo de la guía de instalación. Por fin comenzamos a ver algo de color, ya que el ventilador de 140mm PWM tiene las aspas de color azul.
Retiramos la guía de instalación para verlo mejor.
Si retiramos el disipador y el plástico que lo contiene y protege, encontramos dos pequeñas cajas de color blanco sin ninguna pista de su contenido. Para el que esté familiarizado con los disipadores para ordenador, resulta evidente que dentro de las mísmas se encuentran los accesorios de montaje del sistema de retención que más adelante veremos.
Al abrir las cajas, efectivamente encontramos todos los accesorios necesarios para instalar el Fiend Shark en los distintos sockets de plástico pre formado con los que es compatible. Es agradable que Deepcool se haya tomado la molestia de dejar así de bien ordenados estos componentes.
Vamos a verlos con más detalle. En la siguiente imagen encontramos, de izquierda a derecha, arandelas y tornillos, accesorios para el ventilador (incluyendo un adaptador reductor de voltaje) y varias back plate dedicados para cada uno de los sockets con los que es comaptible el disipador. No acabo de entender por qué Deepcool no ha optado por diseñar una back plate que fuera multi socket en lugar de 3 diferentes.
El resto de accesorios consisten en más tornillería, pasta térmica y diferentes anclajes para fijar el disipador al backplate. Al ver la caja y la disposición de los accesorios queda muy clara la filosofía de la compañía: todo minimalista pero eficiente y ordenado.
Ya libre de su prisión de plástico, aquí podemos ver el Fiend Shark, con su ventilador de 140mm montado en la parte superior.
Como vemos en la siguiente imagen, tiene una altura considerable. La parte buena de esto es que permitirá la instalación de módulos de memoria RAM con disipadores altos sin muchos problemas.
Por el otro lado.
Si giramos el disipador 90 grados, podemos ver lo que comenté en las características técnicas. El disipador está dividido en 6 grupos de aletas de aluminio, 3 en cada lado. En cada una de las tres partes de cada lado, entran dos de los heatpipes. Este es un método de distribución de las aletas que, a priori, me parece una forma bastante eficiente para que el calor se distribuya por igual en todo el cuerpo del disipador y que no se generen zonas demasiado calientes y otras demasiado frías en el mismo, perdiendo eficiencia.
El lado opuesto es exactamente igual.
Pero si retiramos el ventilador de la parte superior vemos claramente lo que os he explicado.
No me acaba de convencer esta distribución atípica de las aletas de refrigeración. Dejando ese enorme hueco en el centro se está perdiendo la posibilidad de incrementar sustancialmente la capacidad de refrigeración del Fiend Shark.
Además de estas 6 grandes zonas, DeepCool ha tenido a bien dotar al Fiend Shark de un pequeño disipador que va directamente a la base, para arañar unas décimas más la temperatura del procesador. Además, recordad que el ventilador está situado en la parte superior, y enviará aire fresco a través de las aletas del disipador hacia abajo, por lo que este pequeño disipador también será refrigerado por el ventilador. ¡Buena idea! Sin embargo, ya desde aquí podemos ver un problema en el diseño: las 4 heat pipes que van a recibir la mayor parte del calor (las 4 centrales) son las que tienen asignada una menor área de refigeración, lo cuál hará que el disipador no rinda como debiera.
Detalle de la distribución de las heatpipes a través de los cuerpos de láminas de aluminio. El principal «problema» que hay con las aletas de refrigeración es que no van unidas a las heat pipes mediante soldadura, de manera que el disipador no puede ser tan eficiente como uno que así las tenga. Si tenermos en cuenta que hablamos de un disipador que ronda los 60 €, creo que sí que debería llevarlas soldadas en este rango de precios.
Por la parte de debajo encontramos la superficie de contacto con el disipador. La misma está fabricada en cobre niquelado, y aunque no tiene efecto espejo, vemos que está bastante bien pulida (en la foto está protegida por una pegatina que habrá que retirar antes de instalar el disipador, como es lógico).
Ya que tenemos el ventilador quitado, vamos a verlo más de cerca. Tiene unas medidas de 140 x 140 x 25mm en una forma redondeada que lo hace parecer más grande. Cuenta con 9 aspas en forma de turbina, con unas pequeñas inserciones en cada una de ellas para mejorar el empuje del aire. Un embellecedor de color plata con el anagrama de DeepCool protege el eje. A diferencia de los ventiladores corrientes, el marco de éste no está realizado en plástico duro si no en uno blando (como gomoso) que permite que absorva las vibraciones cuando está girando y no se transmitan al resto del sistema.
Por detrás.
El cable tiene una protección de plástico y termina en un conector de 4 pines. Tiene una longitud de unos 30 centímetros y, aunque no va enfundado en ningún tipo de malla, al menos todos los hilos permanecen pegados entre sí.
La parte exterior del ventilador es de color negro (contrastado con las aletas), y tiene un grosor de 25mm.
Mediante estos anclajes, podemos fijar el ventilador a los dos embellecedores de plástico azul que tiene el disipador en los laterales. El tamaño de los anclajes es para ventiladores de 120 mm en realidad, así que si un día decidís cambiar el ventilador, o bien buscáis uno de 140 mm con anclajes para 120 mm (como el Noctua NF-P14) o bien tendréis que recurrir a un ventilador de 120 mm.
Una vez visto el disipador, vamos a montarlo en el sistema para proceder a su testeo.
MONTAJE.
El primer paso es seleccionar qué accesorios de los que incluye DeepCool vamos a necesitar. En nuestro caso vamos a utilizar un Socket 1155 de Intel, así que los que necesitamos son estos.
Colocamos el backplate por la parte trasera de la placa base. El encaje con los orificios de la placa es tan ajustado que, al darle la vuelta, no es necesario sujetarla para que no se salga de los mismos.
Acto seguido, lo fijamos a la placa base con los soportes que a su vez servirán para anclar posteriormente los accesorios inherentes a cada tipo de socket. Entre el soporte y la placa deberemos de colocar previamente una arandela de plástico para evitar dañar la placa base al colocarlo. Ojo con las arandelas que tienen tendencia a perderse (supongo que por ello, Deepcool incluye 5 arandelas en lugar de las 4 necesarias).
Como vemos, los soportes que fijan el backplate son son muy similares a las sujeciones de latón de las placas base para fijarlas a las cajas.
Acto seguido, fijamos los accesorios del socket 1155 al propio disipador.
Como vemos en la siguiente imagen, se fijan mediante los tornillos que tienen en la parte del centro.
Ahora ya podemos retirar el plastiquito protector de la base del disipador. Sin embargo, estos thumb screws tienen una colocación un tanto incómoda dado que solo se pueden roscar con los dedos y no es muy sencillo hacerlo con las aletas de refrigeración en su parte superior. En realidad, éste es el único paso que os va a requerir algo más de esfuerzo, el resto del montaje es tremendamente sencillo.
Después de ponerle la pasta térmica al procesador, procedemos a anclarlo. Es tan sencillo como hacer que los tornillos coincidan con los soportes que fijamos al backplate anteriormente y girar con la mano.
Además, dado el enorme espacio que tiene bajo las aletas, es sencillísimo manipular los tornillos con los dedos sin necesidad de herramientas. Sin embargo, tras apretarlos no me quedo con la impresión que el sistema de retención esté ejerciendo suficente presión contra el IHS del procesador, y dado que los IHS de los procesadores de Intel son conocidos por lo tremendamente irregular que es su superficie pues…
Hecho esto, ya tenemos el disipador instalado. Como ya mencionamos anteriormente, el Fiend Shark refrigerará también las zonas adyacentes al socket, tales como los módulos de RAM.
Ya solo queda instalar el disipador. En la siguiente imagen también hemos instalado la memoria RAM para demostrar que se puede poner y quitar sin problemas sin necesidad de desmontar el disipador, lo cual no es así con todos los disipadores.
Con unos módulos de memoria con disipadores medio altos como las G.Skill RipjawsX, todavía sobra bastantes espacio. Podríamos instalar memorias con disipadores de cualquier tamaño junto con el Fiend Shark.
Vamos a retirar momentáneamente el disipador para ver qué marca ha dejado la pasta térmica en el mismo. De esta manera sabremos si el contacto que hace con el procesador es o no óptimo.
¡Prueba superada! El contacto es perfecto. Pues vamos a poner el disipador de nuevo en su sitio (que como habéis visto es coser y cantar) y vamos a proceder al testeo.
TESTEO.
El equipo empleado para testear este disipador ha sido el siguiente:
– Intel Core i5 2500K.
– ASUS Sabertooth P67 B3.
– Sapphire Radeon HD5850.
– Antec Truepower 750W.
– 2x4Gb G.Skill RipjawsX
– Mushkin Callixto Deluxe 60Gb SSD.
– 2x Western Digital Caviar Green 2 Tb.
– Seagate Barracuda 7200.12 1Tb.
– Unidad Blu-ray disc LG.
En las siguientes gráficas veremos dos valores de temperatura, en Idle (equipo en total reposo durante 20 minutos) y Load (equipo sometido a carga con Prime95). El valor que se muestra en las gráficas es el Delta o aumento de temperatura, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente. De esta manera se muestra de manera más fidedigna la influencia del disipador en la temperatura del equipo, sin importar si la temperatura ambiente es mayor o menor. Las pruebas se realizan sobre un banco de testeo cedido por Cooler Master con lo cual se elimina el «efecto caja».
Como vemos, con el procesador en su frecuencia de stock el Fiend Shark lo refrigera bastante bien, su temperatura máxima solo aumenta en 33ºC. Sin embargo, aplicando un overclock severo al procesador y subiéndolo hasta los 4,5 Ghz (con 1.4V de VCore) la temperatura aumenta otros 15ºC más, llegando hasta los 48ºC por encima de la temperatura ambiente, y acercándose al límite seguro del procesador. No obstante, se mantiene en unos buenos valores igualmente.
Como el ventilador tiene PWM (que para el que no lo sepa, esto hace que las RPM del ventilador suban en función de la temperatura del procesador), hemos sacado la siguiente gráfica para ilustrar a qué velocidad se pone el ventilador dependiendo de la temperatura y del overclock aplicado al procesador.
Como vemos, con el procesador en su velocidad de stock y en Idle (8ºC de delta de temperatura), el ventilador gira a tan solo 770 rpm y apenas es audible. Éste se mantiene a unas revoluciones bastante bajas hasta los 4,2 Ghz (40ºC de delta de temperatura) funcionando a 1200 rpm y siendo todavía muy silencioso. Ya a 4,5 Ghz, las revoluciones suben hasta 1350 rpm, por lo que el ventilador todavía tiene capacidad de funcionar más deprisa todavía (recordemos que su velocidad máxima es de 1500 rpm). De hecho, durante toda la prueba el ventilador se mantuvo bastante silencioso, aunque no tanto como otros modelos que he analizado.
CONCLUSIÓN.
El DeepCool Fiend Shark es un buen disipador para usuarios que quieren tener una buena refrigeración en el procesador y en los componentes aledaños, y que no quieren complicarse la vida con una instalación copiosa. Si lo comparamos con otro disipador de su misma categoría, el Noctua NH-C14, para lo que cuesta no llega a tener el mismo rendimiento térmico, pero por contra cuenta con una instalación algo más fácil y gracias a la función PWM de su ventilador es más silencioso.
PROS:
– Instalación sencillísima.
– Refrigera componentes cercanos al procesador.
– Rendimiento térmico decente.
– Bastante silencioso.
CONTRAS:
– Grande y pesado, no apto para HTPC.
– Es un poco caro en relación calidad/precio.
Por ello, desde HardZone recomendamos el DeepCool Fiend Shark y le otorgamos la bendición del gurú, categoría de plata.
Queremos agradecer a DeepCool por habernos proporcionado la muestra para este análisis.