Conocéis de sobra a Corsair, una de las marcas que más gustan en el mercado de PC tanto por la calidad y el rendimiento de sus componentes, como por la elaborada estética. En el día de hoy os vamos a mostrar nuestro particular análisis de la última incorporación a su línea de cajas, y no se trata de una caja cualquiera, sino de la Corsair Graphite 780T, el nuevo tope de gama de la serie Graphite de la marca. Se trata de una caja de tamaño super torre, y que ya está disponible en tiendas a un precio que ronda los 180 euros; no es una caja barata, y siendo de un fabricante de la categoría de Corsair, no podemos sino exigirle lo mejor a la hora de analizarla.
La Graphite 780T de Corsair nos promete las cuatro premisas a la hora de escoger la mejor caja para nuestro sistema: capacidad de ampliación, refrigeración y gestión de cables, ruido y facilidad de limpieza. Como decíamos antes, cumple la primera premisa dado que tiene formato super torre, y como veréis más adelante incluso siendo una caja de este tamaño, tiene espacio de sobra para instalar en su interior prácticamente cualquier cosa. El segundo factor lo cumple gracias a los tres ventiladores pre instalados, amén de una gran capacidad para instalar más ventiladores y/o radiadores. Este mismo factor también cumple la tercera premisa, el ruido, ya que Corsair ha instalado en la 780T lo mejor que tiene en su arsenal y, además, controlados por un rehobús integrado. En cuanto al último factor, la facilidad de limpieza, veréis que la 780T incorpora filtros anti polvo en todas y cada una de las entradas de aire.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Tomadas de la web del fabricante.
Mucho de lo que hablar aquí, empezando por el tamaño (689 x 332 x 670 mm) y el peso (11.3 Kg en vacío), ya que no en vano se trata de una super torre muy grande incluso para su categoría, y muy pesada, señal de que Corsair no ha escatimado a la hora de escoger materiales de la primera calidad en su fabricación. Por ello esta caja es compatible con placas base de cualquier tamaño, incluyendo E-ATX y XL-ATX, e incorpora compatibilidad con hasta 9 slots de expansión.
Este gran tamaño permite a la Corsair Graphite 780T ser compatible con cualquier tamaño de hardware, siendo el máximo disipadores de procesador de hasta 20 centímetros de altura (para que os hagáis una idea, un disipador enorme como el Noctua NH-D15 mide 16.5 centímetros de altura), tarjetas gráficas de hasta 355 mm de longitud (las más grandes del mercado actual apenas llegan a 33 centímetros) y fuentes de alimentación de hasta 260 mm de longitud. Básicamente la 780T de Corsair tiene capacidad para instalar en su interior el hardware que queramos, literalmente.
En lo relativo a la refrigeración, tenemos que Corsair incluye dos ventiladores de 140 mm con LEDs en la parte frontal y otro más también de 140 mm en la parte trasera, pero tenemos la posibilidad de instalar ventiladores y radiadores por doquier, siendo la limitación de longitud de estos últimos de hasta 360 mm (en el frontal y techo). Como comentamos al principio, la caja integra un controlador de ventiladores para hasta cinco unidades simultáneas.
Para terminar, hemos de destacar que este modelo de caja está disponible en tres colores: Negra con iluminación roja, blanca/negra con iluminación blanca, el modelo que vamos a analizar, y amarilla/negra con iluminación de color azul.
ANÁLISIS EXTERNO.
Corsair es de esos fabricantes que no suele gastarse demasiado dinero en hacer un embalaje bonito y prefiere invertir en la calidad de sus cajas. Por ello, en esta Graphite 780T y al igual que en el resto de cajas de la marca, el embalaje es de cartón duro de color neutro, en cuya cara principal podemos ver un dibujo de la caja a tres cuartos, una descripción, y por supuesto el anagrama y el modelo destacado en la zona inferior.
En el anverso encontramos un croquis de la caja desmantelada, con una descripción explicando qué es cada uno de los componentes.
Corsair ha decidido dejar para los laterales las especificaciones técnicas. En uno de ellos, por cierto, una pegatina nos indica qué modelo es exactamente el que hay en el interior; en nuestro caso, el modelo en blanco y con ventana.
En el interior del embalaje, y protegido por poliestireno expandido para evitar daños durante el transporte, encontramos la caja cubierta por una tela antiestática de color negro. Corsair ha cuidado todos los detalles en esta caja.
Sacamos la caja de la bolsa, y nos encontramos que Corsair incluso ha puesto precintos en todos los filtros, y plástico protegiendo el oval reflejante del frontal.
Retirados todos los precintos, aquí podéis ver por fin la Corsair Graphite 780T en una vista a tres cuartos.
Vamos a ver el frontal en primer lugar. Como podéis ver en la imagen inferior, está dominado por una gran rejilla que ocupa las tres cuartas partes de esta zona, y tras la que se esconden los dos ventiladores frontales de 140 mm de diámetro con LEDs blancos. El logo de Corsair adorna la zona inferior, mientras que en la parte superior solo tenemos los dos protectores de las bahías de 5.25 pulgadas. Aunque en estas imágenes no se ve demasiado, justo encima de las bahías hay una enorme luz que se iluminará en color blanco cuando el sistema esté encendido.
Esta rejilla frontal se puede retirar con tan solo apretar en la zona superior de ésta (por eso en el embalaje venía con una cinta). Con solo pulsar y retirarla podemos acceder a los dos ventiladores frontales y, por supuesto, limpiar el filtro delantero.
Vamos con los laterales. El lateral izquierdo de la caja tiene una ventana de plástico acrílico transparente que nos deja ver prácticamente todo el interior (por supuesto la ventana también venía con un precinto protector para que no se dañe durante el transporte). El lateral opuesto es opaco y cuenta con un ligero abombado para facilitar la canalización de cables por la parte trasera. Lo mejor de todo es que ambos laterales cuentan con apertura desde arriba mediante un mecanismo que nos permite acceder al interior de la caja de forma automática.
Le llega el turno a la parte trasera. Si la miramos de arriba hacia abajo, encontramos una rejilla de ventilación superior (la cual viene genial si instalamos radiadores arriba), el hueco para los puertos traseros de la placa base y justo a la derecha una gran rejilla que no solo nos permite elegir entre un ventilador de 120 ó 140 mm, sino que nos permite escoger también su altura. Debajo, los 9 slots de expansión con embellecedores reutilizables y perforados, dos agujeros para canalizar tubos de refrigeración líquida, un agujero de seguridad Kensington, y finalmente, abajo del todo, el hueco para la fuente de alimentación.
En la siguiente galería podéis ver todo esto en detalle.
Turno de la parte superior. Está dominada por una rejilla que ocupa prácticamente el 80% de esta zona, y que se puede poner y quitar de la misma forma que la rejilla frontal. También aquí tenemos los botones de encendido y reset, además de los cuatro USB (dos de ellos 3.0), minijacks de audio y el botón del controlador de ventiladores.
La zona inferior llama la atención por dos motivos. El primero de ellos es que cuenta con dos enormes patas, al estilo de la serie Cosmos de Cooler Master. Estas patas cuentan con unas enormes superficies de goma, que ya sabéis que sirven para un doble propósito: absorber vibraciones, y evitar que la caja se mueva. El otro aspecto destacado es que cuenta con dos enormes filtros anti polvo que van de un lado a otro de la caja, y que cada uno se puede poner y quitar desde fuera sacándolo por delante y por detrás de la caja.
ANÁLISIS INTERNO.
Ya os comentamos antes que la caja se abre simplemente tirando del asa de ambos laterales, pero no os habíamos enseñado cómo se ve una vez hecho, ni cómo es el mecanismo, así que aquí lo podéis ver:
Y aquí podéis ver el interior de esta enorme 780T. Sinceramente esta caja tiene uno de los exteriores que más me ha gustado hasta la fecha, y mira que pruebo cajas y cajas. Pero el interior es una absoluta maravilla por la ingente cantidad de espacio de instalación de componentes y posibilidades de canalización, si bien es cierto que queda un tanto tosco por los bordes superior e inferior, necesarios para acomodar los laterales.
Comenzamos viendo la zona de instalación de la placa base, en la que destaca el enorme hueco para poder manipular el socket desde detrás, lo que nos permitirá cambiar de disipador sin problemas sin tener que desmontar la placa base de la caja. También los numerosos agujeros engomados para canalizar cables, por todas partes, incluyendo en la zona superior para el cable EPS de 4+4 pines para la CPU, y en la zona inferior, justo encima de la fuente, para canalizar los conectores USB internos. La organización y estructuración interior es simplemente fabulosa.
En esta vista de la parte superior podéis ver que Corsair no solo ha dispuesto espacio para hasta tres ventiladores de 120mm (o dos de 140mm), sino que incluso ha engomado los agujeros para los tornillos. En una caja de esta envergadura los detalles son cruciales, y de momento Corsair no decepciona.
Vamos con la parte trasera. A continuación podéis ver el ventilador de 140 mm que viene preinstalado en esta zona, justo encima del hueco para el escudo I/O de la placa base.
A su izquierda, los 9 slots de expansión con embellecedores perforados para facilitar el flujo de aire, y por supuesto reutilizables con tornillos que no necesitan herramientas.
Y para terminar con esta zona, el hueco para la fuente de alimentación, que por supuesto tiene cuatro crestas engomadas para levantar ésta unos milímetros del suelo de la caja y, además, absorber las vibraciones.
Detalle:
Nos movemos al lado derecho del interior, donde están ubicadas las dos cabinas para unidades de 3.5″, pudiendo albergar tres unidades cada una. Estas dos cabinas son modulares, es decir, que podemos colocarlas como queramos, ya que si os fijáis hay un espacio donde «podría» ir una tercera cabina (que de hecho supongo que Corsair venderá por separado para quien quiera tener 9 uniades de 3.5″ en su sistema).
Las bandejas para discos duros tienen anclaje sin herramientas, y en cada uno de los cuatro anclajes tienen gomas para absorber vibraciones. Ya os habréis dado en cuenta que Corsair ha engomado todas las posiciones cruciales para intentar reducir el ruido emitido al máximo.
Las unidades de 5.25 pulgadas, por supuesto, también cuentan con un sistema de anclaje sin herramientas.
Este es el hueco que queda entre la segunda cabina de discos y las bahías de 5.25 pulgadas. Como os decíamos antes, podemos mover cualquiera de las dos cabinas a esta posición, o dejarla vacía.
En cualquier caso, tenemos una distancia de más de 35 centímetros desde el extremo de la caja hasta las cabinas de discos, por lo que no es necesario retirarlas para poder instalar tarjetas gráficas de gran tamaño.
Por cierto y aprovechando que tenemos el metro en la mano, efectivamente hay 20 centímetros de espacio para instalar disipadores de CPU.
Vamos con la parte trasera. En primera instancia, impresiona el grueso manojo de cables que se canaliza sin dificultad por esta zona de la caja. Y es que el espacio de canalización es abrumador, ahora lo veréis.
Casi 3 cm (tres centímetros) de espacio de canalización. Casi nada.
También llama la atención la zona izquierda, donde inteligentemente Corsair ha dispuesto tres bandejas en las que instalar unidades de 2.5″ sin herramientas. Estas bandejas se pueden poner y quitar a voluntad de forma muy sencilla, permitiendo acceso instantáneo a un cambio de unidad cuando se requiera.
Aquí podéis ver las bandejas en detalle. Como decíamos, tienen un tope que permite la instalación sin herramientas incluso de SSDs en formato slim.
Vamos con ese manojo de cables, que al final no son para tanto. En la siguiente galería vais a poder verlos individualmente e identificados:
Ya hemos visto la caja por dentro, y solo nos queda hacer una mención a los accesorios. Además de el manual de instrucciones e información sobre la garantía, Corsair adjunta la típica bolsita con tornillería (de sobra como para montar dos sistemas, por cierto) y bridas.
MONTAJE.
Llega la hora de la verdad, y procedemos a instalar nuestro hardware en la Graphite 780T. El primer paso, como siempre, el embellecedor de la placa base y la placa propiamente dicha. Hay tanto espacio que no es necesario desmontar el disipador, así que lo instalamos con éste ya montado.
Fijaos si sobra espacio que en la parte de arriba tenemos 9 centímetros de sobra. Podríamos meter todo el brazo para usar los conectores superiores de la placa. O un enorme radiador de refrigeración líquida.
Nuestra fuente de alimentación de 1050W y 18 centímetros de longitud parece pequeña en la inmensidad de esta caja.
Hora de instalar los discos duros. Tan sencillo como introducirlos en las bandejas y deslizarlas en sus cajetines.
La operación con el SSD es exactamente igual, solo que como ya os explicamos antes se instala en la zona trasera de los cajetines de discos.
La unidad de 5.25″ se desliza y fija con suma facilidad.
Y nuestra tarjeta gráfica, una Gigabyte GTX 770 OC WindForce entra sin problemas.
Ya solo queda conectar todos los cables y echar el sistema a funcionar. Mirad cómo queda, incluyendo la parte trasera con una buena cantidad de cables, ya que hemos utilizado cuatro ventiladores y tres discos duros entre otras cosas.
TESTEO.
En funcionamiento, la Corsair Graphite 780T se ilumina en color blanco como os habíamos comentado al principio (recordad que hay otros modelos con otros colores). Pero no son solo los LEDs de los ventiladores lo que se ilumina, sino todo el panel frontal. Queda precioso, de verdad, aunque las fotos no le hagan justicia.
En funcionamiento, el rehobús integrado nos permite tres velocidades. En la más baja el sistema es prácticamente inaudible, y en la posición central se nota un poco que está encendido. Con los ventiladores al máximo se nota la gran cantidad de aire que circula por la caja, e incluso se podría considerar un poco rumorosa, pero nada comparado con otras cajas. Es muy silenciosa.
En cuanto a la temperatura de los componentes, hemos comparado el mismo sistema con la caja que utilizábamos antes, una Cooler Master HAF XM, caja también de grandes dimensiones y gran capacidad de refrigeración, pero aun así más pequeña y ruidosa que esta Corsair. Este ha sido el resultado de nuestra medición (el hardware empleado es indiferente, lo que importa es la diferencia de temperatura entre una y otra caja):
Podéis ver que la temperatura ha mejorado bastante en general, excepto en la tarjeta gráfica dado que la HAF XM tiene rejilla en lugar de ventana en el lateral y puede «respirar» más.
CONCLUSIÓN.
Llevaba varios años, y no exagero, buscando una caja con la que sustituir a mi ya destartalada Cooler Master HAF XM (tres años y decenas de montajes pasan factura), y no encontraba ninguna que por prestaciones, capacidad de refrigeración y silencio me convenciera. Hasta que esta Corsair Graphite 780T ha llegado a mis manos, y no solo me ha convencido por lo antes mencionado, sino también por una estética que, sinceramente, me encanta. Es una caja ideal para personas como yo que cambiamos de hardware casi a diario, ya que el montaje de cualquier tipo de hardware es coser y cantar, pero también lo es para entusiastas, Gamers y Overclockers, por todo lo mencionado.
Se trata de una caja robusta, silenciosa y con una capacidad de ampliación sin parangón. Y por si eso fuera poco es extremadamente sencillo limpiarla, ya que todos los filtros se pueden retirar sin abrir la caja. Y esa es otra, tan fácil nos pone Corsair las cosas que podemos abrir ambos laterales con un simple gesto.
Dicho esto, ahora me atrevo a afirmar que, después de haber probado decenas y decenas de cajas, la Corsair Graphite 780T es la mejor que ha pasado por mis manos. Buen trabajo, Corsair.
PROS:
- Espacio interior increíblemente amplio. Compatible con cualquier hardware.
- Estéticamente es preciosa.
- Silenciosa y fresca.
- Incluye tres ventiladores de 140mm de serie.
- Controlador de ventiladores integrado.
- Materiales de gran calidad, es una caja muy robusta.
- La instalación de cualquier hardware es coser y cantar. Muy amena.
- Gran capacidad de ampliación (hasta 6 HDs y 3 SSDs, espacio para configuraciones de 4 gráficas…).
CONTRAS:
- Precio, por decir algo, porque para mi, los 180 euros que cuesta los vale de sobra.
Por todo ello, la Corsair Graphite 780T se hace merecedora de nuestro galardón de Platino, y por supuesto de nuestras recomendaciones tanto por su rendimiento como por su diseño.