Con la llegada de la nueva generación AMD Volcanic Islands, hemos visto el paulatino lanzamiento de diversos modelos de tarjetas gráficas para las diferentes categorías del mercado, aunque hasta el momento solo habíamos visto desde la gama media hasta la gama alta. No obstante, AMD como de costumbre busca cubrir el máximo abanico de posibilidades posible, y por ello ha lanzado también las nuevas AMD Radeon R7 250 y 240, unas tarjetas gráficas de gama media-baja que pretenden satisfacer las necesidades de un público menos exigente en el apartado gráfico que busca más bien el bajo consumo sin renunciar en exceso al rendimiento.
En concreto, hoy os presentamos el análisis de la AMD Radeon R7 250 del ensamblador Gigabyte, una tarjeta gráfica que ocupa un único slot PCI y que no necesita conector PCI-Express de la fuente de alimentación, ya que le basta con los 75W (máximo) que el propio PCI-Express de la placa base le puede proporcionar. De hecho, según AMD, el consumo típico de esta R7 250 es de unos 65W, por lo que tampoco tiene requerimientos especiales en cuanto a la fuente de alimentación.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Como vemos en las características técnicas, esta tarjeta gráfica es por descontado de gama media-baja, sobre todo si la comparamos con los modelos que ya hemos analizado anteriormente como la R9 290 por ejemplo. La parte buena es que aunque se trate de una gráfica de gama media-baja, es compatible con las últimas tecnologías de AMD como DirectX 11.2 y Mantle. No obstante, estas características técnicas que os hemos listado arriba son las del modelo de referencia de AMD, y en esta ocasión nos han proporcionado un modelo de Gigabyte, el cual cuenta con un ligero Overclock de fábrica. Y por cierto, el modelo que analizamos hoy es el que tiene 1 GB de memoria VRAM, pero hay también modelos con 2GB integrados.
Como podéis ver, Gigabyte únicamente ha aumentado en 50 Mhz la velocidad del núcleo de esta gráfica.
ANÁLISIS EXTERNO.
Aunque la muestra que AMD nos ha proporcionado es de Gigabyte, ésta venía embalada en un simple plástico antiestático, venía sin caja, así que no os podemos mostrar el embalaje.
Esta Gigabyte Radeon R7 250 OC 1GB cuenta con un único ventilador activo de 92mm para refrigerar el disipador de aluminio. Como véis, este modelo no integra un disipador tipo blower como los modelos de gama alta. Y por cierto, aunque se trate de una gráfica que solo ocupa 1 slot PCI, la altura del disipador sí que lo hace, por lo que habrá que tener cuidado a la hora de instalarla si decidís hacerlo en sistemas de factor de forma pequeño. En cualquier caso, ocupa un solo slot por la parte trasera de la caja, no necesita conector PCI-Express de la fuente de alimentación, y tan solo mide 19 centímetros de longitud, por lo que sigue siendo ideal para equipos con factor de forma pequeño.
TESTEO.
Para probar esta Gigabyte Radeon R7 250 OC 1GB hemos empleado el siguiente hardware:
- AMD FX-8350 @ 4.334 Mhz.
- Noctua NH-D14.
- Asus M5A99X-EVO.
- Cooler Master HAF XM.
- 2x4Gb Transcend aXeRAM DDR3-2133 Mhz.
- Silverstone SXF Series 300W.
- WD Black 2Tb SATA3.
Como podéis ver, estamos utilizando una fuente de alimentación de tan solo 300W para nuestro banco de pruebas. Aunque AMD diga que lo ideal es una fuente de 400W, creemos que con esta de 300W será más que suficiente.
El sistema operativo empleado ha sido Windows 7 Ultimate x64 SP1 con todos los parches instalados, y los drivers para la gráfica los AMD Catalyst 13.11 BETA V8. Aunque podríamos comparar esta tarjeta gráfica con otras muchas que han pasado por nuestras manos, vamos a enfocar el test en compararla únicamente con su competidora en cuanto a precio y rendimiento: la NVIDIA GeForce GT640, aunque habrá que tener en cuenta que el modelo de esta gráfica que hemos podido analizar era la versión de 2 GB de memoria, mientras que la R7 250 es de solo 1 GB. También hemos querido incluir en las gráficas la Radeon R7 260X para que podáis ver el escalón siguiente de rendimiento.
Comenzamos como siempre abriendo boca con una captura de GPU-Z.
Como toda esta nueva generación de gráficas AMD Volcanic Islands, la R7 250 destaca por tener un ancho de banda de memoria muy elevado (73.6 GB/s frente a 28.5 GB/s de la GT640, y además esta última lleva memoria DDR3 frente a GDDR5 de la AMD). No obstante, tanto en el relleno de píxeles (8.8 GPixel/s frente a 14.4 GPixel/s) como en la tasa de relleno de texturas (26.4 GTexel/s frente a 28.9 GTexel/s) esta R7 250 es inferior a la GT640 de NVIDIA. Veremos cómo se refleja esto en forma de rendimiento en las pruebas que vamos a hacer a continuación.
Temperatura
Para medir la temperatura se ha empleado Open Hardware Monitor, y el dato medido es el Delta de temperatura, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente. De este modo, aunque esta última varíe, no se ve afectada la comparación en la medición.
Los resultados de la siguiente gráfica han sido obtenidos con el ventilador de la gráfica en automático, y en las siguientes situaciones: Idle largo (30 minutos de absoluto reposo), Idle (10 minutos de reposo), Heaven Benchmark (temperatura máxima durante el benchmark), Juegos (temperatura máxima jugando) y Furmark durante 10 minutos.
Como podemos apreciar en las gráficas, el ventilador de 92mm que Gigabyte le ha puesto a esta R7 250 es más que suficiente para mantenerla fresca bajo cualquier circunstancia.
Consumo.
El dato de consumo se ha medido con un medidor de enchufe Efergy eSocket al que únicamente estaba enchufada la torre del ordenador. Es decir, que el dato de consumo es del sistema completo sin tener en cuenta el monitor, altavoces ni demás posibles aparatos. Por ello, también hemos querido incluir el dato de consumo máximo (Full LOAD), estresando además de la gráfica con Furmark el procesador con Prime95.
Tal y como sospechábamos, con nuestra fuente de alimentación de 300W ha sido más que suficiente para dar servicio a nuestro banco de pruebas con la R7 250, ya que su consumo a máxima carga ha sido de 201W. Desde luego esta es una gráfica idónea para sistemas de bajo consumo en lo que a este aspecto se refiere.
TEST SINTÉTICOS.
En este apartado sometemos a la Gigabyte Radeon R7 250 OC 1GB a diversos benchmarks sintéticos para medir su rendimiento en diferentes ámbitos. Se trata de una gráfica que no está concebida para juegos en Full HD y con todos los parámetros gráficos al máximo. Sin embargo hemos querido hacerlo de esta manera para poder ver cuál es el potencial máximo que es capaz de entregar.
Unigine Heaven Benchmark 4.0
Este benchmark viene con varios presets pre configurados, pero el preset más exigente de éstos no utiliza una resolución Full HD, por lo que hemos personalizado los parámetros para elegir los más exigentes.
Unigine Valley Benchmark 1.0
Al igual que con Heaven, hemos configurado este benchmark con los parámetros más exigentes posibles.
En estos dos exigentes benchmarks hemos obtenido una puntuación bastante decente si tenemos en cuenta que los hemos configurado en Full HD y con todos los parámetros gráficos al máximo. De hecho, la R7 250 ha batido a la GT640 de NVIDIA en ambos sin problemas.
3DMark 11
Ahora vamos con el rendimiento en 3DMark 11. Este test nos va a mostrar la potencia gráfica específica con DirectX11.
En 3DMark11 comenzamos a ver una diferencia bastante más abultada entre la R7 250 y la GT640 de NVIDIA, si bien es cierto que ambas quedan muy por detrás de la R7 260X.
3DMark
Vamos ahora a someter a esta gráfica a la última versión del famoso test 3DMark (recordad que han actualizado a la versión 1.1 hace poco). Estos han sido los resultados:
De nuevo seguimos viendo diferencias de rendimiento entre las dos gráficas que más nos importan en este análisis. En todos los test que llevamos hechos hasta ahora, la R7 250 de AMD está batiendo sin problemas a la GT640 de NVIDIA, y eso que el precio de ambas es similar (en torno a los 80 euros).
ComputeMark 2
ComputeMark está basado en simulaciones de fluidos utilizando la capacidad DirectCompute de las gráficas, y es una manera alternativa a OpenCL de medir la capacidad de cómputo de la gráfica. Hemos realizado dos pruebas, una con el preset normal y otra con el extreme, y estos han sido los resultados obtenidos.
En este test sintético ha influido enormemente ese ancho de banda de memoria extra con el que cuenta la R7 250, haciendo que su capacidad de cómputo sea bastante mayor que la de la GT640 de NVIDIA.
Juegos.
En los siguientes tests os mostramos el rendimiento en algunos de los juegos más populares del panorama actual. El rendimiento está medido en FPS (Frames por Segundo) y ha sido medido con la utilidad de benchmarking FRAPS durante sesiones de 20 minutos de juego, intentando hacerlo en pantallas o misiones lo más sobrecargadas posible. Cada juego es diferente, pero en todos los casos los gráficos han sido configurados al máximo y a una resolución de 1920×1080.
La metodología en los diferentes juegos ha sido la siguiente:
- Resident Evil 6: utilidad de benchmark.
- Tomb Raider: utilidad de benchmark.
- Tomb Raider (TressFX): utilidad de benchmark (TressFX activado).
- Metro 2033: utilidad de benchmark (5 runs).
- Battlefield 3: Partida de 20 minutos en el mapa “Operation Firestorm”.
- Guild Wars 2: Partida de 20 minutos; 5 minutos en ciudad sobrecargada (Arco del León) y 15 haciendo misiones diversas.
- Bioshock Infinite: utilidad de benchmark.
- Crysis 3: Nivel “Welcome to the jungle” completo.
El dato mostrado en la gráfica es la media de FPS.
Está claro, como comentamos al principio, que esta AMD Radeon R7 250 no es una gráfica pensada para jugar en Full HD y con todos los parámetros gráficos al máximo, y así se ha visto reflejado en las pruebas que hemos realizado. No obstante, podemos ver que incluso siendo una gráfica de bajo coste y de gama media-baja, es capaz de ejecutar juegos con cierta soltura, y en muchos de ellos seguramente mejoraría enormemente el rendimiento y nos posibilitaría poder jugar con una experiencia de juego muy buena si relajáramos los ajustes gráficos. Por ejemplo, obtener una media de 19.9 FPS en Battlefield 3 es un resultado excepcionalmente bueno para una tarjeta gráfica de esta categoría. Y por cierto, nuevamente vemos que esta R7 250 es una gráfica mejor para jugar que la GT640 de NVIDIA, estando ambas en el mismo rango de precios.
CONCLUSIÓN.
Nos ha impactado enormemente que una tarjeta gráfica que ni tan siquiera necesita un conector PCI-Express de la fuente de alimentación pueda entregar tal rendimiento. La Gigabyte Radeon R7 250 OC 1GB que hemos analizado en el día de hoy es sin duda una de las mejores opciones que tienen los usuarios que buscan un consumo muy reduicido pero a la vez un buen rendimiento gráfico, teniendo en cuenta, por supuesto y como ya hemos dicho anteriormente varias veces, que no es una gráfica pensada para jugar con los ajustes gráficos al máximo, aunque sí es perfectamente válida para hacerlo en Full HD con los ajustes gráficos medio-bajos.
Hay que tener en cuenta nuevamente, que aunque esta gráfica lleva un ligero Overclock de fábrica, hay otras versiones que incorporan el doble de memoria VRAM, y que los drivers que tiene AMD en la actualidad están todavía poco pulidos y les queda mucho por mejorar. Por tanto es lógico pensar que con futuras actualizaciones de drivers, el rendimiento de esta gráfica mejorará en mayor o menor medida.
PROS:
- Solo 19cm de longitud y ocupa un solo slot PCI.
- No necesita conector PCI-Express de la fuente de alimentación.
- Consumo muy reducido.
- Fresca y silenciosa.
- Rendimiento decente en Full HD.
- Precio (en torno a 80 euros).
CONTRAS:
- Evidentemente no es una gráfica pensada para jugar en Full HD con los ajustes gráficos al máximo.
Por ello, teniendo en cuenta la función para la que ha sido pensada esta gráfica, se hace sin duda merecedora de nuestro galardón de oro y de nuestra recomendación por su relación calidad-precio.