Thermaltake es una compañía californiana del sector informático, especializada en la investigación y desarrollo de dispositivos de refrigeración para equipos informáticos, que con el paso del tiempo ha ampliado de forma notable su rango de productos. Hoy os presentamos el análisis de la Versa H21. Una caja que Thermaltake define como:
«Pensada para home-computers y gamers, con suficiente espacio para tarjetas gráficas de gama alta y gran capacidad de expansión. Amplias opciones de ventilación, filtros de aire, y una rejilla perforada en la parte superior para ayudar al flujo de aire. Combina un tamaño decente con amplias opciones para personalizar el PC del usuario.»
Se trata de una semi-torre de gama media para placas ATX y micro-ATX que tiene unas medidas de 429 x 209 x 480 mm, y un comedido peso de 4.2 kg. La estructura es de acero y está disponible tanto con ventana lateral como sin ella, y en su interior se pueden instalar hasta 9 unidades de almacenamiento en tres jaulas de tres unidades y hasta 3 ventiladores.
En nuestro análisis vamos a ver con detalle qué tal es la Thermaltake Versa H21.
Características técnicas
Nos vamos a la página del fabricante para encontrarlas:
Vamos a comentarlas un poco, y lo primero que llama la atención es que no permite instalar ventiladores en la parte superior, donde la rejilla. Parece una decisión extraña ya que la rejilla pierde un poco su propósito, aunque ésta seguirá siendo útil a la hora de evacuar aire caliente. Además solo nos deja el slot trasero para instalar un radiador de refrigeración líquida y nos limita a 120mm. En total se pueden instalar dos ventiladores delanteros y otro trasero.
Por lo demás no hay nada demasiado destacable. El material de la estructura es acero SPCC y tiene una ventana lateral, aunque ya decimos que también lo hay sin ella. Soporta disipadores de hasta 155mm por lo que hay que pensarse bien para qué la queremos usar, no admite modelos demasiado grandes. Las gráficas tienen menos problema, además se puede retirar la jaula centrar para conseguir más espacio.
Hablaremos más del disipador y la gráfica más adelante cuando montemos nuestro sistema dentro de la caja.
Análisis externo
La Versa H21 viene bien protegida dentro de una caja de cartón en cuyo exterior se pueden ver un par de imágenes del producto y una pequeña lista en varios idiomas con las características destacadas:
Dentro, viene cubierta por una bolsa de plástico y protegida en dos laterales por piezas de poliuretano:
La ventana viene cubierta por un par de capas de plástico para protegerla de arañazos durante el transporte:
Por delante algunas zonas también vienen protegidas:
Vamos a ver el exterior por todos los lados y luego el interior y el resto de piezas. Como vemos, es bastante simple en diseño, no tiene ningún tipo de detalle extravagante y lo único que destaca en el frontal es el logo de la marca:
La parte de detrás:
Siete puertos de expansión con protector, dos salidas engomadas para refrigeración líquida y el hueco para la fuente de alimentación. Las tapas se fijan con dos tornillos de dedo cada una y son muy sencillas de quitar y poner. Se puede apreciar que los slots de expansión están agujereados para mejor ventilación y protegidos por una pequeña pieza de plástico que se puede quitar fácilmente
En la parte superior del frontal se encuentran los botones de encendido y reset. El de encendido se ilumina en azul y al lado del de reset hay otro LED que indica la actividad del disco duro. Observamos también los dos puertos USB, uno 2.0 y otro 3.0, y las entradas mini-jack de audio.
El panel frontal se puede quitar, dejando al descubierto las bahías de 5.25″ y el filtro de polvo, que también se puede quitar. Es en este filtro donde podemos instalar los dos ventiladores de 120mm.
La ventana lateral, además de un pequeño área alrededor, sobresale ligeramente sobre el resto de la tapa, lo cual será útil si queremos usar un disipador de cierta altura. Está fijada mediante unas pequeñas pestañas que salen de la placa de acero y se sujetan al plástico, la pintura en éstas se salta fácilmente:
En la parte del abajo vemos el filtro, que se quita y se pone fácilmente, solo hay que levantar la pestañita y tirar hacia afuera.
Análisis interno
Bueno, vamos a ver el interior. A la derecha vemos las tres jaulas de dispositivos de almacenamiento claramente diferenciadas. Las bahías de 5.25″ son de instalación sin herramientas, al igual que las de 3.5″, que son las jaulas de arriba y abajo, respectivamente. La del medio es de 2.5″ y se puede quitar para dejar más espacio para la tarjeta gráfica, en este caso hay que poner tornillos a las bandejas para sujetar los discos. Hablaremos más adelante de esto cuando montemos el PC.
Vemos que tiene cuatro agujeros en la parte central para pasar los cables de un lado a otro, y otro más arriba a la izquierda, para el conector EPS de 4+4 de la CPU. Desafortunadamente, como veremos más adelante, este agujero es insuficiente y tendremos que pasar el cable por el interior, a través de toda la placa base y por encima de la tarjeta gráfica.
Dentro, por cierto, viene una bolsita con el manual de instrucciones, unas abrazaderas y la tornillería:
Estas son las bandejas de 3.5″ y 2.5″. En la grande los discos se fijan con esos pequeños pivotes que sobresalen por los lados, mientras que en la de 2.5″ se tienen que usar tornillos en las esquinas.
En la parte trasera encontramos el único ventilador que incluye por defecto la caja, el cual es de 120mm y cuenta con 9 aspas y diseño de turbina, un tipo de ventilador que está diseñado para absorber una buena cantidad de flujo de aire, y teniendo en cuenta que estará alineado con el disipador si instalamos uno tipo torre este diseño es perfecto. Justo debajo del ventilador se encuentra el hueco para poner el panel I/O de la placa base, y a la izquierda de éstos, tenemos las ranuras de expansión PCI cuyos embellecedores están agujereados para facilitar la refrigeración.
Por último, aunque no por ello menos importante, la parte de detrás de la placa base. Su anchura es de 9mm en la zona más «pegada» al interior y cuenta con agujeros para pasar los cables de atrás hacia delante. A la altura de la fuente de alimentación está completamente abierto, lo que será bastante útil para esta tarea.
El espacio en esta zona no es gran cosa pero no está mal del todo, si conseguimos que los cables no se amontonen unos encima de otros es suficiente.
Montaje
Lo primero que hemos montado es la fuente de alimentación para hacernos una idea de la longitud de los cables fijos de ésta. El ATX de 20+4 llega perfectamente, pero el EPS de la CPU no tanto, quizá por ser demasiado corto, aunque se puede estirar más de lo que se ve en las imágenes, no es suficiente.
La fuente es una Nox Sonar 580W modular.
Aquí lo vemos por detrás, con y sin los cables del frontal atravesando el panel central:
Lo primero entonces es colocar la placa base, una Gigabyte 970A UD3, y el disipador, que en un primer intento se probó ponerle un Noctua NH-D14 pero era demasiado alto y no cabía. Al final fue un Gelid The Black Edition lo que instalamos, que aunque tiene una altura de 160mm y la caja solo acepta hasta 155mm cabe perfectamente e incluso sobra un poco de espacio, gracias a esa altura extra que tiene la ventana lateral.
Como se ve en la foto, el ATX de 24 pines ya está enchufado sin problemas, igual que el cable del ventilador trasero, aunque luego tendremos que pasarlo por encima de la gráfica. El EPS finalmente lo vamos a pasar por delante porque por detrás no llega bien, así que ni hablar de conectarlo, con lo difécil que resulta ya en condiciones normales con disipadores grandes…
La apertura para la backplate trasera resulta un tanto insuficiente:
Lo siguiente es la gráfica, es una Gigabyte Radeon R9 Windforce OC de 28’5 centímetros que entra sin problemas, y ni siquiera tenemos que retirar la jaula central. Pasamos el cable del ventilador por encima así como el EPS de la CPU. Conectamos los cables del frontal y enchufamos los dos PCIe de seis pines.
A la hora de poner la gráfica en nuestro caso hay que quitar dos de las cubiertas de la parte trasera para hacer sitio a los puertos de salida, ojo porque no se pueden volver a poner. Para atornillarla después quitamos el protector superior, y una vez ajustada lo volvemos a colocar.
Por cierto, viene incluido una de repuesto por si hemos quitado una de más, como nos ha pasado a nosotros. Se puede ver en las imágenes de arriba.
El segundo disco duro, de 2.5″ lo fijamos a la bandeja con un par de tornillos en las esquinas:
Este es el aspecto final una vez conectados los SATA de los discos duros:
Y ya con las tapas puestas:
Conclusión
La Thermaltake Versa H21 es una caja adecuada para equipos de gama media y gaming modestos. La falta de ventiladores en la parte superior y la mejorable calidad de materiales junto con algunas cosillas más que ya hemos comentado le resta algunos puntos. Sin embargo no es mala opción si ya cuentas con esto y con el hecho de que no se pueden poner disipadores demasiado altos (máximo 160mm según nuestra experiencia).
Sin embargo no todos son desventajas, las patas, aunque no son de goma sino de plástico levantan una buena distancia del suelo para una mejor ventilación de la fuente. Su capacidad para dispositivos de almacenamiento (y sus bandejas de instalación sin herramientas) es muy decente y la gestión de cables está bastante bien, esa gran apertura a la altura de la fuente ayuda bastante, y más si se tratase de una no modular. Por último, los filtros anti polvo son un gran detalle.
En definitiva, es una buena caja si sabes lo que estás buscando, como un sistemas que no necesite demasiada refrigeración o no se trastee demasiado con él. La Thermaltake Versa H21 se encuentra ya a la venta en torno a 40-45 euros, un precio bastante ajustado por lo que ofrece.
Pros:
- Ventana lateral
- Gestión de cables decente
Contras:
- Opciones de ventilación limitadas (sólo 3), no se pueden poner arriba.
- Calidad de construcción mejorable.
- No tiene control de ventiladores
Le otorgamos a la Thermaltake Versa H21 nuestro galardón de oro: