Aparentemente, AMD ya ha escogido el nombre que tendrá la gama alta (entusiasta) de procesadores de escritorio para la generación Zen: RYZEN (pronunciado “risen”, no “raisen”), y además de ser cierto el rumor, se confirma que llegarán a las tiendas durante el primer trimestre de 2017.
El primer procesador AMD Ryzen contará con 8 núcleos físicos y 16 hilos de proceso funcionando a una velocidad de 3.4 Ghz, tal y como estaba previsto. Incluirá un total de 20 MB de memoria caché (8x 512KB L2 y 2x 8MB L3), y se sostendrá sobre el nuevo socket AM4 del que ya os hemos hablado unas cuantas veces, por lo que como sabéis junto con Ryzen llega una nueva generación de placas base y sus correspondientes chipsets, separados en tres gamas. Para ésta gama entusiasta los primeros chipsets que veremos serán los AMD X370.
Si os fijáis, el primer procesador AMD Ryzen tendrá una velocidad de funcionamiento bastante baja, tanto para lo que suele tener AMD como para lo que se ha establecido casi como estándar en el mercado. Éste dato nos hace pensar que AMD ha logrado ganar mucho terreno en cuanto al rendimiento por IPC, de tal modo que ya no necesita hacer que sus procesadores funcionen a una velocidad base demasiado elevada, lo que a su vez da mucho margen para Overclock (en teoría, recordad que estamos especulando).
Intel, por su parte, situará su próximo Core i7-7700K a una velocidad de 4 Ghz de base y 4,4 Ghz turbo, por lo que efectivamente pensamos que AMD le tiene la partida ganada a Intel en cuanto a rendimiento bruto (claro que, recordemos, Ryzen tendrá el doble de núcleos y de hilos de proceso que Kaby Lake, así que luego habrá que medir el rendimiento en mono núcleo para ver de verdad quién gana la partida).
Junto con Ryzen, AMD estrenará también algunas nuevas características como XFT (eXtended Frequency Range), Smart Prefetch, AMD Precision Boost y el llamado AMD Pure Power, un sistema para ajustar la potencia del sistema. Podéis verlo todo descrito en las siguientes filtraciones cortesía de VideoCardZ.