Las baterías. Muchas veces os hemos hablado de que hoy en día es, seguramente, uno de los focos de investigación en el que más se están enfocando los esfuerzos, y por ello frecuentemente nos encontramos con noticias que podrían categorizarse casi como experimentos. La curiosidad del día nos llega, una vez más, de un grupo de científicos de la universidad de Harvard, los cuales han encontrado una manera de almacenar energía utilizando la vitamina B2 con el objetivo de crear baterías no tóxicas.
Y es que más allá de la autonomía o la velocidad de carga de las baterías, otra de las ramas de investigación sobre éstas se basa en qué sucede cuando una batería queda inservible. Las baterías de iones de litio deben enviarse a un proceso de reciclado específico para evitar que las sustancias contaminantes se expongan al medio ambiente, y dado el elevado volumen de baterías que utilizamos todos a día de hoy, es un punto muy preocupante.
Éste grupo de científicos de Hardvard ha encontrado una posible solución en las moléculas orgánicas de la vitamina B2, también conocida como riboflavina. Modificando ligeramente la molécula original, éstos científicos han logrado crear bloques capaces de almacenar energía generada, por ejemplo, por fuentes eólicas o solares (para que sea todo 100% natural). Éstas nuevas moléculas pueden actuar como electrolitos dentro de una batería y, en teoría, harían posible la creación de unidades de mayores capacidades. Además, es muy barata de producir, y dado que su fuente es natura, serían baterías no tóxicas que podríamos tirar tranquilamente a la basura cuando finalice su vida útil.
Aunque éstos experimentos están todavía en una fase temprana resultan bastante prometedores por los resultados obtenidos. De hecho, los investigadores han comentado que no descartan el seguir investigando con otras moléculas orgánicas para tratar de conseguir mejores resultados (ya sea por capacidad o por que sean todavía más sencillas de fabricar).