Por lo que parece, muchos usuarios están quejándose de que de buenas a primeras se han encontrado con que sus equipos con sistema operativo Windows 7 y Windows 8.1 han iniciado la actualización a Windows 10 sin su consentimiento, no permitiéndoles utilizar el equipo hasta que la actualización finalice. Microsoft ha admitido que ha sido un error y que ya han logrado subsanarlo.
Imaginad la situación. Estáis por la tarde con vuestro equipo con Windows 7 / 8.1 tranquilamente, lo apagáis y os vais a acostar. Al día siguiente, al arrancar el ordenador de nuevo, os encontráis con que el sistema operativo está actualizándose automáticamente a Windows 10 sin vuestro consentimiento y sin que podáis hacer nada hasta que termine. Éste es el caso que le ha sucedido a muchos usuarios, aunque el caso de muchos otros ha sido que reiniciaron el sistema para aplicar actualizaciones regulares y al arrancar de nuevo el equipo se encontraron con Windows 10 como nuevo sistema operativo.
Ésta información ha sido corroborada por Microsoft, quienes ya han pedido disculpas y han argumentado que el problema se debe a un error de inicio (concretamente el error 0 x 80240020) y fallo de instalación tanto para Windows 7 como para Windows 8.1, y han confirmado que el problema de ésta “actualización” ya ha sido solucionado.
Las críticas no se han hecho esperar
Claro, para muchos usuarios el daño está hecho, y ya no solo por el tiempo perdido en una actualización del tamaño de Windows 10, tiempo en el que no han podido utilizar sus equipos, sino también porque quizás no querían actualizar al nuevo sistema operativo de Microsoft por un motivo específico (en mi caso no actualizo porque no estoy de acuerdo con su política de privacidad, pero hay muchos usuarios que no lo hacen porque tienen aplicaciones específicas que solo funcionan en cierta versión del sistema operativo. O porque no les da la gana, vaya, pues somos libres de elegir).
Esto abre el debate, claro. Que Microsoft quiere que todos los usuarios de Windows 7 y 8.1 actualicemos a Windows 10 está más claro que el agua (de lo contrario no insistirían tanto ni lo darían gratis el primer año), pero llegar al extremo de imponer la actualización por un “fallo” ya es llegar al extremo y sobrepasarlo. Tendremos que pensar que efectivamente ha sido un fallo como tal y no ser malpensados y tomar esto como otra artimaña de Microsoft para imponernos su nuevo sistema operativo. Que cada cual saque sus propias conclusiones.
Vía | Forbes