Continuando con nuestra serie de artículos con configuraciones de PC recomendadas, en el día de hoy os presentamos el HardZone Gaming 4K, un equipo específicamente diseñado para poder jugar a tope en resoluciones 4K – Ultra HD que, lógicamente, integra componentes de alta gama y por lo tanto sale bastante más caro que las opciones anteriores.
El objetivo de esta configuración es la de poder disfrutar de todos los últimos títulos que han sido lanzados al mercado (y futuros) con resolución 4K – Ultra HD (por algo se llama HardZone Gaming 4K) a una tasa de 60 FPS como mínimo, pero aun así manteniendo un nivel lógico en la elección de componentes en cuanto a precio, pues aunque lógicamente tendremos un presupuesto holgado si queremos poder jugar en resolución 4K, todo tiene que tener un límite (que bastante caros son ya los monitores 4K) aunque eso sí, tampoco vamos a descuidar la calidad de los componentes ya que entendemos que quien se gaste el dinero que cuesta este equipo pretenderá tenerlo durante muchos años.
Como siempre, antes de empezar y para evitar suspicacias hemos de dejar claro que la elección de los componentes para este artículo es totalmente arbitraria y bajo nuestro criterio: habrá otras configuraciones diferentes, mejores, peores, más baratas y más caras. Esta guía pretende ser una simple orientación.
Por otro lado, cabe destacar que los precios de los componentes son aproximados, y depende de en qué tienda y en qué momento busquéis pues ya sabéis que los precios de mercado fluctúan mucho.
Dicho esto, vamos allá.
El procesador
Para esta configuración buscamos un procesador capaz de colaborar en la gestión de contenidos 4K (ya sea en juegos o en otra cosa) y por lo tanto consideramos que la tecnología Hyperthreading que nos proporcionan los procesadores Core i7 de Intel nos ayudará a obtener un buen empujón de rendimiento.
Por ello nuestra elección es un Intel Core i7-4790K, que además nos da la posibilidad de realizarle Overclock al tener el multiplicador desbloqueado. Su precio es de 315 euros.
El disipador
Nos interesa que por un lado el procesador esté lo más fresco posible (y tened en cuenta que al haber escogido un procesador con Hyperthreading se calentará más que un Core i5 sin ésta tecnología) y por otro tener el interior de la caja lo más despejado posible puesto que desde ya os adelantamos hemos escogido una configuración de varias tarjetas gráficas.
Dicho esto no vamos a escatimar aquí, y una de las mejores opciones disponibles es el sistema de refrigeración líquida Corsair Hydro H105, cuyo precio asciende a uno 125 euros.
La placa base
Para nuestra configuración Gaming 4K hemos optado por una placa base del principio de la gama alta, que nos permite funcionar sin problemas con varias tarjetas gráficas y soporte Overclock para el procesador, amén de proporcionarnos características Gaming como la tarjeta de red Killer E2201.
Por ello nuestra elección es una Gigabyte G.1 Sniper Z97, que además tiene un precio bastante razonable: 125 euros.
La memoria RAM
Un aspecto bastante importante y con el que debemos contar es con la memoria RAM. En un equipo de estas características ya no solo nos interesa que la memoria tenga buen rendimiento, sino que también necesitaremos una buena cantidad de ésta.
Por ello nuestra elección es un kit de 2×8 GB G.Skill Ripjawx X a 1866 Mhz, que cuesta unos 97 euros.
La tarjeta gráfica
Esta es sin duda la opción que más discrepancias puede crear en un sistema de esta índole, pero nosotros lo hemos tenido bastante claro: dos Gigabyte GTX 980 Ti G.1 Gaming en SLI nos garantizan un rendimiento óptimo en juegos bajo resolución 4K.
El precio es de unos 750 euros cada una, 1500 euros las dos, así que aquí se nos ha ido la mitad de nuestro presupuesto.
La caja
Queremos una caja amplia, con buena refrigeración y que acepte nuestra configuración SLI y el radiador de 240mm que hemos escogido para refrigerar el procesador. También queremos que nos dure muchos años, y por ello tampoco vamos a escatimar aquí.
La Corsair Obsidian 550D cumple todas estas premisas, y además es una caja muy bonita a nuestro parecer. Su precio es de unos 150 euros.
La fuente
El corazón de nuestro equipo Gaming 4K debe ser de buena calidad y eficiencia, pues tened en cuenta que el consumo de este equipo será bastante elevado cuando esté en funcionamiento.
Por eso tiramos a por la marca que consideramos los Rolls Royce de las fuentes de alimentación, de 1200 vatios y 80Plus Platinum: una Seasonic Platinum 1200, cuyo precio asciende a unos 310 euros.
El almacenamiento
El contenido 4K ocupa mucho espacio y nos interesa un buen rendimiento. Aprovechando el buen momento de la relación GB por euro de los SSD, hemos optado por un dispositivo de estado sólido de alta capacidad además de un disco mecánico para almacenamiento.
El SSD escogido es un Crucial MX100 de 512 GB e interfaz SATA3, cuyo precio asciende a 185 euros.
En cuanto al disco mecánico, la opción “estándar” para guardar nuestras películas, música y demás es un Seagate Barracuda 7200.14 de 2 TB, que cuesta 70 euros.
Conclusión
En resumen nos queda un equipo bastante “majo” que nos saldría por unos 2.880 euros, a lo que si luego sumamos montaje y gastos de envío casi nos vamos a los 3.000 euros.
Es un equipo no apto para todos los bolsillos, pero eso sí, su rendimiento es incuestionable incluso para jugar en resolución 4K, y dada la calidad de los componentes escogidos a buen seguro nos dará muchos años de grandes experiencias.