Intel ha adquirido Altera por 16.7 billones (miles de millones), con el objetivo de añadir las FPGA del fabricante de dispositivos lógicos programables a su cartera de productos y continuar con el desarrollo de las mismas e integrarlas en futuros productos.
La compra supone la mayor adquisición de la compañía de semiconductores estadounidense en su historia, y no es para menos, pues en el campo de las FPGAs, Altera es un gigante, ya que junto con Xilinx lidera dicho sector del mercado.
Ya existía relación entre Intel y Altera antes de la compra, pues ésta última utilizaba el proceso a 14nm de Intel para su última generación de FPGAs Stratix, complemento natural de las ASIC de Intel.
La adquisición supone acercar completamente el proceso de fabricación hacia ellos, no simplemente para tener acceso a las FPGAs de mayor calidad sino para adaptarlo a los propios planes de Intel como parte de su modelo de desarrollo de dispositivos.
En cuanto a las posibilidades actuales que baraja Intel, se encuentran el tema del Internet of Things y el sector de los centros de datos, aunque también han confirmado que harán uso de las FPGAs para algunos de sus futuros Xeon, para permitir a los clientes el crear procesadores semi personalizados. Sin duda, también supone para ellos la posibilidad de extenderse por otros mercados, pues últimamente han tenido problemas a la hora de hacerse con un trozo de la tarta de dispositivos móviles de ARM y socios.