Nacida como proyecto en Kickstarter, Foodini se presenta como una impresora 3D capaz de «imprimir» comida. Como si fuera un robot de cocina, Foodini solo necesita que llenes sus cápsulas con comida (eso sí, ha de estar líquida o como mínimo batida) y realiza los diseños que queramos con ella. Por supuesto, y dado que los ingredientes se los añade el usuario, lo que Foodini prepara es 100% comestible.
Puede que la realidad sea que la única utilidad de Foodini sea la de preparar comida de diseño, pero no deja de ser sorprendente lo que la tecnología es capaz de proporcionarnos. Como hemos comentado antes, Foodini ha nacido de un proyecto en Kickstarter, el cual ya lleva recaudados casi 64.000 dólares de los 100.000 que necesitan para comenzar, y todavía les quedan 15 días para llegar a su objetivo.
Este es el vídeo de presentación:
Foodini incorpora un escáner 3D, que permite escanear un objeto, almacenar su diseño, y luego imprimirlo en 3D con comida. Por ejemplo, podríamos escanear un ratón de ordenador, y luego imprimirlo en chocolate. El escáner 3D de Foodini tiene una resolución de 0.1 milímetros.
Podéis ver todos los detalles y participar si queréis en la web de Kickstarter.