En el evento de Nvidia que tuvo lugar ayer, la compañía anunció lo que según ellos es «una de las aportaciones más importantes que ha hecho Nvidia por la industria de las soluciones gráficas para PC». Se llama G-SYNC y se trata de una arquitectura de extremo a extremo que empieza un una GPU basada en Kepler, y termina en un módulo G-SYNC dentro de una pantalla. Os contamos qué es y qué hace.
Como hemos dicho, uno de los elementos que componen esta tecnología es el llamado módulo G-SYNC. Dicho módulo es un componente hardware que sustituye al scaler de una pantalla, encargado de realizar las conversiones de resolución de la señales de vídeo.
Lo que hace G-SYNC es mantener la la pantalla y la GPU sincronizadas, independientemente del framerate o de si V-Sync está activado o no.
La idea es que en vez de que la pantalla o monitor controle la tasa de refresco y refresque por ejemplo a 60Hz, lo haga la GPU. Esto tiene sentido porque por una parte, la imagen no se debería actualizar hasta que el fotograma se ha terminado de dibujar, y por otro lado, justo en el instante en el que dicho fotograma se ha dibujado la pantalla debería actualizar.
Con esta tecnología, según han dicho, se reduce el retardo a 2-3 milisegundos, y la pantalla solo se actualiza cuando debe. El «parpadeo» (tearing) se elimina por completo. G-SYNC es compatible con resoluciones hasta 4K.
Asus, Ben-Q, Philips and Viewsonic ya han confirmado que lanzarán monitores con G-SYNC.