Tal y como reza el título de esta noticia. Al parecer para las autoridades suecas no existe diferencia entre un casino y una Lan Party. Este impuesto será recaudado por la organización Swedish Gambling Board, y a no ser que se echen atrás a última hora, los organizadores de LAN Party tendrán que pagar entre 400 y 5000 dólares a modo de impuesto para poder realizar estos eventos.
La cosa queda así: las LAN Party que tengan 10 o menos equipos tendrán que pagar el mínimo, que es 400 dólares (¡40 dólares por equipo!), eventos con entre 11 y 25 ordenadores tendrán que pagar 1500 dólares, mientras que LAN Party con más de 26 equipos (no se habla de máximo) tendrán que pagar 5000 dólares. Una tasa que se nos antoja muy, muy exagerada. Hay que tener en cuenta que Suecia es el hogar de la más famosa y más grande LAN Party: la Dreamhack, y ésta será sin duda la más afectada por esta decisión de las autoridades suecas.
Podría ser simple ignorancia, o podría ser por motivos más profundos. Los impuestos sobre los juegos de azar que el gobierno sueco impone mediante la Gambling Board se supone que son para que el gobierno pueda tomar las medidas necesarias para combatir los problemas que los juegos de azar causan. No hay que ser muy lumbreras para darse cuenta de que hay cientos de evidencias que demuestran que los juegos de azar tienen un gran impacto en la sociedad, sobre todo para los ludópatas. Tal vez resulta que para la clase política, los juegos de PC también tienen un impacto negativo, con el slogan «Todos los videojuegos son malos para los jóvenes».