Hace unos días os hablamos de la experiencia de instalar el sistema operativo Windows 7 en el ordenador MacBook Pro Retina Display de Apple. Las pruebas que se hicieron demostraban que el sistema operativo de Microsoft funciona bastante bien respecto a Mac OSX. Hoy volvemos a hacer lo mismo pero en este caso vamos a ver lo que pasa cuando al MacBook Pro Retina Display se le instala una distribución de Linux, en este caso Ubuntu 12.04 LTS.
El ordenador MacBook Pro Retina Display de Apple se presentaba hace justo el mes pasado y la principal novedad, como ya sabéis, es la incorporación de una pantalla Retina Display que ofrece una resolución de 2.880×1.800 píxeles. La configuración base se basa en un procesador Intel Core i7 Ivy Bridge, 8GB de memoria RAM, una gráfica GeForce GT 650M y 256GB de almacenamiento mediante el uso de memoria FLASH.
Los chicos de Phoronix se pusieron manos a la obra y decidieron instalar la distribución Ubuntu 12.04 LTS en el MacBook Pro Retina Display. Lamentablemente en este caso las cosas no han funcionado igual de bien que con Windows 7, pues hay problemas de compatibilidad con diferentes componentes del ordenador de Apple.
Unos de los problemas más graves tiene con ver con la gestión de los gráficos, dado que el MacBook Pro tiene la opción de usar los gráficos integrados HD 4000 del procesador Core i7, o bien la gráfica dedicada GeForce GTX 650M, todo ello en función del uso que se le de al ordenador. Con Ubuntu 12.04 LTS la gestión nos es nada buena, pues incluso hubo problemas para que detectara los gráficos integrados de Intel. No obstante, la pantalla sí muestra las imágenes pero con los textos e iconos muy pequeños, basta con reescalar los textos e imágenes para que el tamaño sea el correcto.
Otro de los problemas tiene que ver con la conexión Thunderbolt, que no funciona del todo bien. Cuando se conecta a un monitor externo el consumo de la CPU se dispara, provocando un exceso de consumo y un aumento de la temperatura. Estos problemas podrían ser resueltos con nuevas versiones del Kernel de Linux, donde se trabajaría en el mejor soporte para el hardware interno del MacBook Pro y en mejorar el soporte para los gráficos intercambiables.